Al final de un corrupto e impune sexenio, y ante la debacle de su partido (PRI), el aún inquilino de la Residencia Oficial de Los Pinos, rompe compromisos y acuerdos con los principales cárteles del país, y ordena a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Marina Armada de México, asfixiarlos, abatir a sus miembros y aprehender a las cabezas visibles.

La obligadas delaciones de los agentes Octavio Martínez Quiroz, de 26 años, y Alfonso Hernández Villavicencio, de 28, adscritos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), confirma esta versión de la enésima traición de Peña Nieto con sus antiguos aliados.

Según nota de Proceso, el agente Alfonso Hernández lee un mensaje en el que afirma que la Secretaría de Gobernación les dio órdenes de hacer detenciones arbitrarias y desaparecer a narcotraficantes.

“El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, han dado la orden a todas las dependencias de gobierno, en especial al grupo de investigación de la SEIDO, Ejército y Marina, que hagan negativa toda captura de cualquier objetivo, sea o no sea delincuente, y desaparecer todo rastro de las operaciones que realicemos, así como permiso abierto de hacer lo que queramos con ellos, que es lo que hemos estado haciendo en conjunto con la Marina” (…)

Ni la imagen de Peña Nieto, mucho menos la de su gobierno mejorarán con estas prácticas de lesa humanidad, pues el exterminio masivo de ser humanos sea cual ea su actividad o modus vivendus, no se justifica y mucho menos cuando se trata de mejorar con fines electorales la imagen de un gobierno corrupto y en su momento aliado de los que hoy persigue.

Peña Nieto insiste en echar más leña al fuego, no satisfecho con haber sometido al país a seis años de cruel violencia generada por sus confrontaciones “ a modo”, cuando le convino, y también dejó correr la violencia en espera de las depuraciones entre los cárteles que se disputan el mercado.

La salida del PRI no garantiza la pacificación del país, mucho menos cuando Andrés Manuel López Obrador imita a Peña Nieto en la cooptación pública de delincuentes, perdonados de facto para que engrosen las filas de Morena y por supuesto las arcas para la campaña.

Lo que faltaba, cacería de brujas de la PGR por lavado de dinero.- La Procuraduría General de la República desde su Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en combinación con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, mejor conocida como SIEDO, ha desatado una intensa persecución en contra de presuntos lavadores de dinero en los estados de Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, y Zacatecas entre otros, con la finalidad de asestar importantes golpes que ayuden a paliar la alicaída imagen de la institución, precisamente a finales del sexenio.

La “ideota” según nuestras bien informadas fuentes, es enviar un claro mensaje a los gobernadores de estos estados, para se abstengan de cualquier intención, mejor dicho tentación, de proteger a empresarios y políticos locales evasores de impuestos, y presuntos lavadores de dinero de procedencia poco clara.

Uno de los primeros reportes a los que se tuvo acceso, destaca la participación de empresarios que por sus actividades comerciales manejan importantes cantidades de efectivo.

De concretarse las investigaciones en Zacatecas, no habrá poder humano que libre a los presuntos responsables de una consignación express, que seguramente dará mucho de qué hablar de quien (es) está detrás de los empresarios hasta ahora intocables en el estado.