Democracia que asfixia…

A la familia LeBarón en su intenso dolor ante un Estado irresponsable… 

El arribo del totalitarismo esbozado de democracia transformadora, comienza a mostrar síntomas de una severa intoxicación, producto de la ingesta de fuertes dosis de improvisación en el gabinete legal del presidente, en la mayoría legislativa producto de tómbolas (literal), y de una violencia irrefrenable alimentada por la política de “abrazos no balazos”, tienen al novel gobierno a un paso del servicio de urgencias.

A pesar que el presidente mantiene una aprobación que fluctúa en el + -60%, importantes sectores sociales presentan síntomas inequívocos de inconformidad, incluso de rebeldía ante las erróneas políticas económicas y políticas orientadas hacia un asistencialismo exacerbado con claros tintes electorales.

Las entidades federativas con excepción de Tabasco, Veracruz y Ciudad de México, han sufrido severos recortes a sus presupuestos que les obligan a incrementar la carga tributaria, y con ello cosechar mayor descontento de los contribuyentes con obvias repercusiones en las urnas. El gobierno federal (central), a puesta a cosechar millones de votos en las entidades de ciudadanos descontentos con sus gobiernos, en aras de conservar el poder, por el poder.

Aún más, con la figura de los súperdelegados, de quien por cierto 8 son  investigados por la SFP por presunta corrupción, administran 9 programas favoritos del presidente que se identifican en la estructura programática con la letra U, sin reglas de operación y que no están obligados a tener esas reglas, que alcanzarán los 283 mil millones de pesos para el 2020, recursos regateados a las entidades federativas. 

Los empresarios, en el discurso gubernamental se les “invita a invertir”, mientras en el Poder Legislativo les responden con legislaciones coercitivas en materia fiscal, incluyéndolos en el régimen (ironía) de delincuencia organizada. La desaceleración económica que padece el país, ciertamente acusa efectos de la economía mundial, pero en el caso de México, el millonario dispendio en los improductivos programas estrella de López Obrador, desalienta cualquier intento de inversión 

A ello habrá que sumar la impune violencia que día con día cobra su cuota de víctimas fatales incluyendo recién nacidos, mujeres y adultos mayores, ante la buena voluntad (amnistía) del gobierno federal en espera que sus mamás y abuelas les llamen la atención y los conminen a portarse bien. 

Por su parte, el Ejército agraviado por el propio presidente (si por mí fuera desparecería al ejército 1/07/19), y también por delincuentes huachicoloreros, narcos, traficantes de armas, etc., ya dio muestras de su inconformidad con el miserable trato que les da el titular del Poder Ejecutivo, sus granjas de bots y ignorantes fanáticos que linchan al Ejército un día sí, y el siguiente también. 

Finalmente, la asfixia también alcanzó a los medios críticos al presidente, los que son etiquetados cómo chayoteros, traidores, voceros de los conservadores, etc., a quienes el presidente empuja al ruedo de rabiosos seguidores para ser despedazados por el único pecado de cuestionar a su guía moral.

La intoxicación de la Cuarta Transformación podría conducirla a terapia intensiva…