Rosario Ibarra de Piedra el gran engaño de la “izquierda”
La revolución no se lleva en la boca para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella.
Ernesto Che Guevara
La presidenta del Comité Eureka, fundado con la aprobación del Estado mexicano para la búsqueda de los activistas y militantes de grupos armados en la época de los años 70´, tiene más de 40 años lucrando con la presunta desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, sí, el hermano de Rosario Piedra Ibarra, impuesta a sangre y fuego como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por la bancada de Morena en el Senado de la República.
Rosario Ibarra denunció el 19 de abril de 1975 ante la Policía Judicial del estado de Nuevo León, que su hijo de nombre Jesus Piedra Ibarra tenía 24 horas desaparecido y temía por su vida. Al ser interrogada por un comandante de la Policía Judicial, declaró: mi hijo es un buen muchacho, ayer salió por el pan y no regresó; es un magnifico estudiante, no tiene vicios, ni malas amistades (…)
Lo que Rosario Ibarra no les dijo a los policías judiciales, fue que su bien portado hijo participaba en actividades armadas; que participó en el fallido intento del empresario Eugenio Garza Sada, el que terminó muerto en fuego cruzado; que era hijo del Dr. Jesús Piedra Rosales, miembro del partido Comunista; su cuñado, Germán Segovia Escobedo, encabezó el secuestro del vuelo 705 de Mexicana de Aviación que fue desviado a la Habana, Cuba. Tampoco les dijo a los judiciales que ella, Rosario, también participaba en la planeación y adoctrinamiento de una célula de la Liga 23 de Septiembre en la que participó su hijo Jesús.
Jesús el hijo de Rosario Ibarra, declaró ante sus captores: haber nacido el 17 de febrero de 1954, con domicilio en Flores Magón No 2339 Norte, colonia Venustiano Carranza; hijo del Dr Jesús Piedra Rosales y María del Rosario Ibarra de Piedra, que viven en Guayaquil No 205, colonia Altavista; que es originario de esta ciudad (Monterrey).
Mi casa de seguridad la tengo en Flores Magón 2339 Norte, colonia Carranza, llegando a los rieles; en mi casa tengo una M-1, parque, tinta, papel, una cama, libros, un radio, una cómoda, una sala, un rifle calibre 243 y 3 mil o 3 mil 500 pesos.
También aceptó que pertenecía a la Liga Comunista 23 de Septiembre; que participó en asaltos, secuestros y homicidios, entre ellos el de Eugenio Garza Sada; que usaba el sobrenombre de “Rafael”, y que reveló los nombres de sus compañeros, las direcciones de otras casas de seguridad, las armas que poseían y los planes que tenía la organización en el futuro, información que consta en los informes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS).
Rosario Ibarra desde abril de 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido cómo Comité ¡Eurkea! del que no existe ningún registro de resultados obtenidos.
No fue sino hasta el año de 1978 cuando conoce a Edgar Sánchez Ramírez, fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), de ideología troskista, quien la postuló cómo candidata a la Presidencia de la República en la contienda contra Carlos Salinas de Gortari, Cuauhtémoc Cárdenas postulado por cierto por el PARM.
Sin embargo, sacó provecho de su papel de “férrea” defensora de los desparecidos de la llamada “guerra sucia” de los años 70´; fue diputada federal por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), y senadora por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que renunció para irse al Partido del Trabajo (PT).
Estos fueron los objetivos generales de los grupos guerrilleros en México en la época de los 70´s, lucha en la que Rosario Ibarra participó y apoyó, consciente de los riesgo que implicaba una guerra contra el Estado, y que le han servido para escalar elevadas esferas de poder en un “Estado burgués, capitalista”.
Luchar consecuentemente con las armas en la mano junto todas las organizaciones revolucionarias armadas, junto a nuestro pueblo trabajador y hacer la revolución socialista; conquistar el poder político; destruir al estado burgués explotador y opresor; construir un estado proletario y formar un gobierno de todos los trabajadores; construir una nueva sociedad, sin explotados ni explotadores, sin oprimidos ni opresores.
Destruir al sistema capitalista; abolir la propiedad privada, base y esencia de la explotación del hombre por el hombre; aniquilar a la burguesía como clase privilegiada (…) ya que el capital y la riqueza acumulada y concentrada en sus manos ha sido creada por el trabajo, el sudor y la sangre de la clase obrera, de los campesinos y de todos los trabajadores”.
Rosario en ningún momento luchó junto al pueblo trabajador; no impulsó la revolución socialista; no destruyó el Estado burgués, explotador y opresor; no ayudó a la construcción de una nueva sociedad; no ayudó a destruir el sistema capitalista, ni para abolir la propiedad privada, sólo lucró con la desaparición de su hijo y de la luchas de cientos de mujeres y organizaciones que sí dedicaron su vida para dar con sus hijos y familiares de la llamada guerra sucia de los años 70´.
Hoy su hija Rosario Piedra Ibarra, recibe la presidencia de la Comisión nacional de Derechos Humanos (CNDH), como pago del Gobierno de México por su incansable activismo en apoyo a Andrés Manuel López Obrador durante más de 30 años, y no por la defensa de los desaparecidos, exiliados y presos políticos.
La lucha "revolucionaria" culminó en un cargo público, solo eso…
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