Si yo tuviera que decidir entre un gobierno sin prensa y una prensa sin gobierno, no vacilaría un instante en preferir lo segundo.

Thomas Jefferson

“Nuestros amigos de los medios de comunicación”. Esta demagógica frase utilizada sin rubor alguno, hasta el hartazgo por la llamada clase política, con sus contadísimas excepciones, pone al descubierto el doble rasero que utilizan cuando necesitan de los medios de comunicación, principalmente de los independientes, que son los que dominan las redes sociales.

No hay político o gobernante a excepción de López Obrador, quien ya marcó su raya con los medios de comunicación, y desde su púlpito ha mostrado su desprecio por los periodistas, que cuando necesita que sus pronunciamientos sean difundidos con urgencia y profusamente, acude a esta frase, “a mis amigos de los medios de comunicación”.

De igual forma, los candidatos a cargos de elección popular, procuran mantener una estrecha relación con los periodistas, incluso, con todo el dolor de su corazón, a regañadientes toman de sus prerrogativas cantidades “según el sapo la pedrada”, para entregarlas a cambio de una buena nota, de una crónica, de una opinión favorable, etc.

Como candidatos coinciden en la necesidad de contar con periodistas “amigos”, mientras los necesiten, para que el término de la contienda, si ganaron, aclaran: “Bueno ahora habrá que esperar, pues ya ves cómo me dejaron las arcas vacías, en cuanto me lleguen recursos hablamos de lo que te debo de publicidad, que regularmente no pagan, y quizás hasta un modesto convenio alcances, dicen somos amigos”.

En el caso de Zacatecas, a la llegada del gobierno “diferente”, desde la oficina de Comunicación Social “aconsejaron” al gobernador que era mucho dinero en convenios, que era un desperdicio, que los periodistas independientes ni opinión generaban, y así el rosario de pretextos que a final de cuentas terminaron con una burda, y cínica contradicción, al otorgar generosos convenios a los propietarios de los medios consentidos, y otros que no lo son, dejando las miserias para decenas de periodistas independientes.

Esta perversa política llevó al gobernador a enfrentarse sin necesidad con los periodistas y medios de comunicación, a los que en su momento acusó de querer extorsionarlo a cambio de convenios, mientras que por otra parte, algunos (aclaro) corresponsales nacionales son alimentados con empleos en el gobierno, o bien, con la entrega siempre clandestina de generosos bonos. A partir de esa abrupta ruptura con los medios de comunicación, la tendencia negativa se disparó por los nulos resultados de su administración, llegando al extremo de la mofa del mandatario, y cónyuge.

Habrá que dejar en claro, que los periodistas independientes no aplauden, no pretenden hacer amigos con la clase política, no se prestan a entrevistas a modo para el lucimiento del político o funcionario, o para sacarlo de un aprieto, lo que hacen es informar, investigar y opinar del quehacer político en pleno ejercicio del derecho a la libertad de expresión, y siempre bajo su responsabilidad, solo eso.

Por sino le informaron al gobernador, a esos que llama “amigos”, su mentada austeridad, les llevó a afectar su calidad de vida, a buscar otras actividades ajenas a su trabajo profesional para completar el gasto familiar, a reducir planes y proyectos, a someter a sus familias a una ínfima calidad de vida, gracias a una austeridad que no se vio en el despilfarro y opacidad, como lo fue en el millonario aporte a la Feria Nacional de Zacatecas, recursos que siguen sin justificar, y que fueron a parar a los bolsillos de unos cuantos.

Señor gobernador, no basta un miserable convenio, ni una posada con decenas de regalos, ¡no! Se trata de otorgar un trato digo a los compañeros, de impulsar una Ley de Medios de Comunicación que los reconozca como trabajadores, como entes productivos, que los dote de garantías y derechos laborales, de proporcionar las herramientas necesarias para escalar en los conocimientos necesarios para hacer un mejor periodismo, de otorgar las facilidades para adquirir una vivienda digna, y por supuesto, dejar de utilizar la quiebra financiera como lastimero argumento para seguir “concediendo” convenios miserables, mientras otros reciben millones.

A mis compañeros periodistas, a los independientes, a los aguerridos colegas de la Asociación de Reporteros y Periodistas Independientes de Zacatecanas A. C. (ARPIZ), a todos aquellos que luchan día con día por un mejor México, un mejor Zacatecas y a mis tres fieles lectores, les deseo lo mejor en esta época decembrina y más para el próximo 2020. 

Gobernador, los periodistas independientes queremos que le vaya bien, para que a Zacatecas también… 

Esta modesta columna regresa en el 2020, si el Supremo Creador del Universo y mi salud lo permite.