Donde manda capitán, no gobierna marinero

Anónimo 

Recién afirmé que el exgobernador Miguel Alonso lleva mano en la conducción de la política del PRI en Zacatecas, y por tanto en la del estado, opinión que apresuradamente se intentó ser descalificada. Hoy los hechos me conceden la razón. 

Mientras Alejandro Tello aún gobernador de Zacatecas afirmaba: “Zacatecas sí se sumará al Insabi”, ratificando con ello el respaldo incondicional al gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Uribe Góngora dirigente estatal del PRI en Zacatecas, y cabeza del alonsismo en el alicaído tricolor, arremetía contra el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).

“Ante la improvisación y el desconocimiento del Gobierno Federal, el Presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gustavo Uribe Góngora, afirmó que la desaparición del Seguro Popular es regresiva y muy lesiva para miles de personas que no tienen para pagar sus tratamientos y exigió claridad, análisis profundo y soluciones concretas a las enormes demandas de salud pública de los zacatecanos”.

“En conferencia de prensa, Uribe Góngora, destacó que con la desaparición de esta política pública, las afectaciones para el Estado son para casi 800 mil personas que recibían atención gratuita y medicamentos sin costos en los centros de salud, denominados de primer nivel y hospitales estatales, considerados de segundo nivel. Así como la atención integral en hospitales de alta especialidad pagando cuotas de recuperación”.

Efectivamente, una corriente mayoritaria concede la razón a Uribe Góngora. La apresurada e improvisada puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), trajo consigo un inmediato deterioro y desatención a millones de derechohabientes del Seguro Popular, dejándolos a su suerte, y lo injustificable, dejar sin medicamentos, tratamientos, cirugías, etc., a igual número de pacientes que eran atendidos en nosocomios de los tres niveles adheridos al Seguro Popular.

Sin embargo, una regla no escrita, bueno, por simple lógica, en el sistema político las dirigencias estatales de un partido político en el gobierno, transitan en comunión, en la misma dirección que el mandatario, fortaleciendo su gobierno y dejando en claro quién manda en el estado.

No es la primera ocasión que Gustavo Uribe en representación del priísmo, mejor dicho, del alonsismo, ha salido a los medios a denostar, a descalificar al gobierno de López Obrador, y lo ha hecho precisamente cuando el gobernador anduvo mendigando (literal), recursos para el pago de la nómina magisterial.

Afirman los que saben, que ante la negativa de Ricardo Monreal de apoyar al exgobernador para evitar sea enjuiciado y llevado ante los tribunales, manifiesta su frustración vía la dirigencia estatal del PRI, creyendo que con ello, Alejandro Tello intercederá ante gobierno de López Obrador le perdone su latrocinio a los zacatecanos.

Obvia la mano que mece la cuna en Zacatecas…