Zacatecas gobiernos que matan

Cada pueblo tiene la nación que se merece

Joseph de Maistre

El “gobierno” de facto que encabeza Cristina Rodríguez vía Alejandro Tello, está más urgido en entregar las cenizas de una administración fallida, corrupta, que velar por la seguridad de sus cuidados, inmersos en una gravísima ola de violencia que los ha obligado huir de su natal Zacatecas.

Tello Cristerna voz cero del gobierno estatal, endosa con cinismo la falta de apoyo de la Federación en el caso de la seguridad pública que pone a descubierto su valemadrismo por los zacatecanos. Basta mencionar los estados de Yucatán, Querétaro, Coahuila, y Tlaxcala entre otros, han podido brindar seguridad al 100% a sus ciudadanos con recursos propios y sus cuerpos de seguridad pública.

Desde el gobierno de Amalia García, hasta el de Cristina Rodríguez, pasando por el de Miguel Alonso, la seguridad ha sido tema marginado de la agenda estatal, mandatarios que han optado por asumir el síndrome de la avestruz. Cada año ha ido escalando la violencia sin que nadie haga absolutamente nada.

El gobierno de Zacatecas debió entender, leer los claros mensajes que desde el principio del sexenio envió López Obrador: “Tenemos que ser respetuosos de los derechos humanos. Los delincuentes son seres humanos que merecen nuestro respeto y el uso de la fuerza tiene límites, básicamente es para la legítima defensa”, dijo el mandatario a los integrantes de la Guardia Nacional.

Aún más, en la conferencia mañanera del pasado viernes 2 de julio del año en curso López Obrador, declaró: hay estados “donde funcionan cárteles” y no hay tantos homicidios porque no se están enfrentando.“Hay enfrentamientos en Zacatecas y es eso, no ha dejado de haber enfrentamientos en Guanajuato y es por lo mismo, son dos o tres. No sucede así en Sinaloa, en Sonora sí, en Baja California”, señaló.

Mientras tanto los que remplazarán a los que les urge irse, están más preocupados en la repartición de posiciones, pago de favores y hasta la elección del 2024, mientras mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños siguen siendo asesinados, perdón, quise decir daños “colaterales”. 

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