Valió madres Zacatecas…

Todo es culpa de la herencia maldita

¡No la chinguen! 

Cruel, pero explícita la imagen de unos niños barriendo el charco de sangre de una mujer y un hombre en la Plaza Bicentenario, ejecutados a plena luz del día ante la mirada de centenas de transeúntes, y de elementos de la Policía Vial que acostumbran hacer “base” en el paradero de autobuses. 

Al respecto es importante señalar que ante la evidente alza de la violencia en todo el país, salvo contadas excepciones, el miércoles 18 de octubre del año en curso, La Jornada medio de comunicación consentido de López Obrador publicó a ocho columnas: Sensación de inseguridad en su mejor nivel en 8 años: Inegi. 

La percepción de inseguridad por temor al delito entre la población mexicana urbana registró una disminución trimestral y anual en el tercer trimestre de 2021; sin embargo, una de cada tres personas prevé que la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, reveló este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Sin poner en duda la metodología utilizada, llama la atención que mientras los índices de violencia superan las 100 mil muertes por homicidio doloso, principalmente a manos de la delincuencia organizada, el Inegi asegure que percibimos menor grado de inseguridad, y contradictoriamente también que la delincuencia seguirá igual de mal.

O sea, según el Inegi percibimos una “mejora” en la percepción, que choca con la otra que la inseguridad seguirá igual de mal. En realidad este ejercicio demoscópico despide un hedor de las cloacas de Palacio Nacional que pretende informar a los ciudadanos que “vamos bien”, pero que en realidad estamos peor. 

En los resultado de este ejercicio extrañamente aparecen como ciudades peligrosas Fresnillo, Ciudad Obregón, Irapuato, Coatzacoalcos, Naucalpan de Juárez y Zacatecas, pero no figura la Ciudad de México, “gobernada” por Claudia Sheinbaum, cuyos índices de percepción de inseguridad en sus alcaldías promedian un 70% de percepción de inseguridad, según comunicado de prensa 572/21 del Inegi.

En este orden de ideas, la entidad lamentablemente sucumbe ante psicópata e impune violencia, gracias en gran medida a la “omisión” de Arturo López Bazán titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, el que por cierto incorporó a más 40 elementos de la Coordinación Nacional Antisecuestro (CONASE), que no han dado ningún resultado, y por supuesto, al desdén del presidente López Obrador por Zacatecas, que no es Michoacán. 

Ante el abandono a su suerte de Zacatecas, el alcalde Saúl Monreal harto de la violencia, el pasado 20 de octubre del año en curso, convocó, exhortó, exigió a los responsables del Ejército, Guardia Nacional, Policía de Instigación de la FGJZ, Estatal y Municipal a implementar un operativo permanente para disminuir la inseguridad, mientras el gobernador sigue culpando a las “herencias malditas”.

Se equivocan aquellos que quieren culpar de la gravísima inseguridad a las “herencias malditas”, patético argumento del responsable de la política en materia de seguridad de “abrazos, no balazos, que a la fecha su administración registra más de 100 mil homicidios dolosos que siguen a la alza, toda vez que los responsables de gobernar están más preocupados y ocupados por el proceso electoral del 2024, que por la seguridad y vida de sus gobernados.

Valió madres Zacatecas…