Ante el saqueo, linchamientos sin denuncias

La omisión también es corrupción

Sentencia popular

David Monreal gobernador de Zacatecas ha iniciado una campaña mediática de los robos, y saqueos de las administraciones de Miguel Alonso y Alejandro Tello, replicando la política de linchamiento mediático del inquilino de Palacio Nacional, pero al igual que el mandatario federal, omite presentar denuncias ante las instituciones de procuración de impunidad, perdón de justicia.

Con el linchamiento de los corruptos, de los ladrones, se pretende enviar un falso mensaje de justicia con una transparencia a modo, que en los hechos sigue protegiendo a todos los que hoy tienen a Zacatecas entre la miseria y mendicidad, aderezado con una brutal violencia.

Más que grotesco, resulta insultante que los que saquearon las arcas pública de Zacatecas, continúen libres, incluso en otros cargos como si sus fechorías fueran medallas al mérito, reconocimientos a sus corrupto desempeño que laceran a una sociedad añejamente agraviada por un sinnúmero de gobiernos y gobernantes. 

Esta omisión institucional por mandato de quien gobierna Zacatecas, en la que asegura “no mirará por el espejo retrovisor”, en clara alusión a los delincuentes gubernamentales de anteriores administraciones, dejando en claro que es mejor seguir mendigando a las puertas de Palacio Nacional y la Secretaría de Hacienda, en lugar de fincar responsabilidades a los responsables y ordenar regresen lo robado. 

En este orden de ideas, la bola de nieve sigue creciendo por la indignación popular ante la exhibición pública de los que dejaron en la miseria las arcas del gobierno y a los zacatecanos, que lejos de lograr una aprobación de los agraviados, sólo incrementa aún más su crispación, sus rencores en contra de quienes siguen protegiendo a los responsables de su miseria y desgracia.

Se equivocan rotundamente quienes ordenan exhibir los saqueos cometidos por los que salieron huyendo de Zacatecas, pero se abstienen de presentar las denuncias correspondientes para someterlos ante la justicia, paguen sus públicos delitos, y regresen lo robado, por el contrario, alimentan un peligroso caldo de cultivo que a la postre detonará ante la indignación, el duelo y el hambre.

Mientras el gobierno lincha, la oposición calla…