Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, 

la insurrección es el más sagrado de los derechos 

y el más indispensable de los deberes

Marqués de la Fayette 

Mientras los Derechos Humanos en Zacatecas son letra muerta, el de los animales ha sido ubicado como prioridad en la agenda legislativa por la diputada Fernanda Miranda Herrera (PVEM), que con esta iniciativa confirma el “altísimo” nivel del parlamento zacatecano, y también su origen burgués, y que lo suyo, lo suyo, no es legislar, sino la socialité.

Durante los dos periodos de la Dra. María de la Luz Domínguez Campos al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, han sido letra muerta, toda vez que la presidenta se ha convertido en asidua cortesana de todos los eventos gubernamentales, académicos y de organizaciones no gubernamentales. 

La Comisión Estatal de Derechos Humanos del estado de Zacatecas para el período 2021 se le asignaron 42 millones 297,112.00 pesos según el portal de transparencia del Congreso de Zacatecas, recursos que no se reflejan en la defensa de los derechos humanos, pero sí en una cómoda vida pequeño burguesa de su presidenta gracias a esta posición política.

La omisión de la Dra. Domínguez Campos es deleznable. Por citar algunos casos: los derechos humanos de los médicos adscritos al sistema estatal de salud pública durante la pandemia, en la que carecieron de todo tipo de apoyo, recursos, equipos y suministros médicos pasó de noche para la presidenta, debido a su estrecha relación con la Dra. Cristina Rodríguez Pacheco cónyuge del gobernador Alejandro Tello Cristerna.

De igual forma, la desatención a cientos de miles de derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss), además de la negación a proporcionar medicamentos y servicios a los pacientes que ha costado un sinnúmero de vidas, obvió su omisión descartando una recomendación a la delegación del instituto en Zacatecas, bajo el cómodo argumento que se trata de un asunto de competencia federal, como si los derechos humanos tuvieran jurisdicción. 

Los derechos humanos de las miles de familias víctimas de la cruel violencia que azota Zacatecas, también sigue siendo ignorados por la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del estado de Zacatecas, que han sido violentadas en sus derechos humanos ante la omisión de los cuerpos de seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, seguramente para no afectar sus relaciones y nexos con los titulares del Poder Ejecutivo estatal, de las instituciones de “seguridad” pública, y procuración de justicia.

Aún más, los derechos humanos de miles de maestros, burócratas, pensionados y jubilados del Issstezac, que les han dejado sin sus salarios y pensiones, trayendo consigo el hambre, deudas y angustias a igual número de familias, que intentan subsistir de la solidaridad de sus compañeros y familias, además del acoso laboral que la burocracia está padeciendo, confirma la grotesca complicidad de la Comisión Estatal de Derechos Humanos con los gobiernos y gobernantes en turno.

En la historia moderna del estado de Zacatecas, no se tiene noticia de haber tenido un, una presidente estatal de los derechos humanos tan frívola, tan cara para los zacatecanos, quienes en cinco años han desembolsado más de 100 millones de pesos en el presupuesto de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, sin resultados, como tampoco la miserable agenda legislativa que privilegia los derechos de los animales por encima de los humanos.

La la simulación también es corrupción…