El regreso de Norma Julieta

La información es poder 

Thomas Hobbes 

Verónica Díaz y David Monreal tarde comprendieron que la información es poder, y así, doblegada la gobernadora de facto tuvo que acudir a Fresnillo a buscar una obligada reconciliación a nombre del gobernador, porque ambos comprendieron que si alguien conoce, sabe la historia de ambos es precisamente Saúl Monreal, y eso representa un severo peligro para el proyecto de la aún delegada de Programas Federales en el 2024.

El alcalde de Fresnillo como diría López Obrador “no somos iguales”, en guardó silencio de la valiosa información que posee de la polémica pareja, consciente que tarde o temprano acudirían a tenderle “puente de plata”, quizás temporal, evitando por el momento uno o más nuevos escándalos que se convirtieran en nota nacional como ya se les hizo costumbre, y con ello el naufragio de su frágil embarcación. 

Los problemas de la suigéneris pareja no terminan ahí. Se olvidaron de Norma Julieta del Río, la otra titiritera que en combinación con Verónica Díaz hicieron los que les dio su gana con el candidato y después gobernador David Monreal. Sin embargo, la película se repite. No olvidemos que la comisionada del INAI fungió como permanente anfitriona en su domicilio particular para las reuniones de David Monreal y Verónica Díaz.

Bastará imaginar toda la información que debe tener Norma Julieta del Río de tan singular pareja, mensajes, audios, videos, etc., información que se ha convertido en un gran capital que la comisada no va a dejar pasar, incluso, permitió que Verónica Díaz creyera ingenuamente que la había desplazado, y que ella, y sólo ella tenía el control de David Monreal, gobernador de Zacatecas.

Muy lamentable que Zacatecas esté a merced de la disputas entre dos mujeres con intereses ajenos al bienestar de los zacatecanos, las que a tiempo detectaron la debilidad, lo fácil de manipular a un candidato perezoso, ocurrente, siempre atenido a que su hermano lo rescata cada vez que se mete en problemas, incluso, hasta mandó escribirle varios libros que constatamos, no los conoce, mucho menos leyó, tampoco escribió…es ágrafo.

La novatez y visceralidad de Verónica Díaz muy pronto la veremos rebasada por una comisionada con largo y retorcido colmillo político, quien desde la comodidad de su escritorio en la Ciudad de México siguió a control remoto las andanzas de ambos personajes, seguramente esbozando una perversa sonrisa que envía un mensaje: nos vemos en Zacatecas.

Esta historia continuará