La otra prensa

Cuando se descubrió que la información era un negocio, 

la verdad dejó de ser importante 

Ryszard Kapuscinski

En tiempos de cólera y soberbia de quienes afirman gobernar, los titulares del Poder Ejecutivo comenzando por el inquilino de Palacio Nacional, imitado por sinnúmero de gobernadores sumisos al mandatario federal, han dejado en claro a los medios de comunicación y periodistas: los que están conmigo, los demás mis enemigos. 

Propietarios de medios de comunicación y periodistas sumisos al gobierno en turno, se convierten en fanáticos defensores del poder, dejando en claro un interés que no es informar a una sociedad demándate de objetividad. Javier Darío Restrepo decano de la ética periodística escribió: Un periodista, en efecto, no es un publicista ni un relacionista público. Es desaconsejable, por tanto, combinar estas actividades.

Lo anterior viene a colación, al navegar por la web se encuentran textos como el siguiente: “De la misma manera en que David Monreal sostiene un combate permanente, frontal y sin tregua a la corrupción, como gobernante defensor del patrimonio y recursos de los zacatecanos, con la más firme contundencia eleva la voz y exige alto a tanto saqueo al estado y se dirige a los empresarios de la industria minera que se resisten y se niegan a pagar el impuesto ecológico con el argumento de que no contaminan”.

El columnista tomó partido por el gobernador de Zacatecas, y sin más se le fue a la yugular de la empresas mineras, visión que en su momento no compartieron los exgobernadores Ricardo Monreal, Amalia García, Miguel Alonso y Cristina Rodríguez. El furioso defensor del gobernador acusa sin probar a las empresas mineras, y evitó dar cifras a favor y en contra de la minería, pero disfruta de productos cuya elaboración depende de los metales industriales y preciosos. 

Y continuó. “David Monreal fue directo y sin restricciones en su nuevo y vigoroso lenguaje de bienestar social, apuntó a la Minera Fresnillo Peñoles PLC, cuyos directivos de hecho han ignorado los planteamientos de apoyos al estado, porque no obstante que registra enorme crecimiento en su explotación, asumen pretextos legaloides para evitar compartir "aunque sea un poquito" de sus ventajosos resultados y provocan, ¡fíjense nomás! " que andemos como limosneros pidiéndoles lo que sea su voluntad.”

¿Andemos Kimosabi?

Con este tipo de opiniones lejos de apoyar al gobernador y allanar el camino de las negociaciones, incrementan las resistencias de los empresarios, al pretender exhibirlos con denostaciones personales, siendo que la filtración de la reunión del gobernador con los representantes de la empresa debió ser meramente para consumo personal, y no para asumir una rabiosa defensa, cuando en realidad el autor no estuvo en la reunión, no conoce del tema, y sólo evidencia su mansedumbre al poder en turno. 

Lo que el vocero, perdón el periodista, jamás mencionó en su opinión plagado de loas al mandatario, y satanización de las empresas, que el quebranto financiero que sufre el gobierno y Zacatecas tiene nombre y apellido, que lo justo es que el gobernador ordene interponer denuncias ante las instituciones de procuración de justicia, para que los saqueadores reintegren lo robado a las arcas públicas, sean sometidos a los tribunales, y el saqueo no terminen pagándolo empresas y contribuyentes.

Las cabras siempre tiran al monte…