Los pobres el mejor negocio

Si los pobres empiezan a razonar todo está perdido 

Voltaire

Efectivamente, los dueños temporales del poder, desde el gobierno aprovechan la ignorancia y principalmente las necesidades de la gente para seguirlos utilizando para acumular grandes fortuna a través de los llamados programas sociales y “apoyos”, que en realidad los pobres son un gran negocio. 

Hombre y mujeres en el poder ostentan los miles de beneficiarios de dichos programas, de la entrega de apoyos publicitándose en las redes sociales como trofeos de caza, que comparados con las remesas, mientras más crecen exhiben a un Estado ineficiente, sin sentido, ni responsabilidad social.

En una ocasión el expresidente de los Estados Unidos Ronald Reagan dijo: “Deberíamos medir el éxito el estado de bienestar en función de cuántas personas abandonaron los programas de asistencia social, no en función de cuántas de han incorporado a ellos”. 

Un claro ejemplo del fracaso de un país para con sus ciudadanos es sin duda el presidente López Obrador quien no deja de ostentar mayores programas asistenciales. A partir de este lunes 2 millones 500 mil adultos mayores recibirán el doble de su pensión, es decir, 2 mil 550 pesos bimestrales, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Al encabezar el arranque del Programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores en Valle de Chalco, Estado de México, el titular del Ejecutivo indicó que la iniciativa de carácter universal y constitucional tiene como meta entregar para finales de febrero de este año, 8 millones 500 mil tarjetas a los adultos mayores del país.

Las limosnas del Estado a sus ciudadanos evidencian no solo la miopía gubernamental en materia social, sino también multimillonarios intereses que implica la derrama de miles de millones de pesos, en la que intervienen proveedores de productos, materiales, servicios y logística,  etc., hasta los encargados de hacer llegar millonarios recursos, que con singular alegría y cinismo sacan de la chistera padrones inexistentes de beneficiarios.

Los pobres el mejor negocio 

Gracias a mis tres fieles lectores. Mis mejores deseos para estas fechas, en espera que el año entrante sigamos escarbando hasta encontrar una luz al fila del túnel. Hasta la próxima.