Zacatecas los renglones torcidos de Dios

A los profesores de Zacatecas

Las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines

Emerson 

En una obligada analogía con la extraordinaria novela de Torcuato Luca de Tena, en la que narra la historia de Alice Gould, ingresada en un sanatorio mental, cuyo diagnóstico clínico fue una paranoica obsesión de atentar contra la vida de su marido, idéntica situación se da en Zacatecas, donde el gobernador es víctima del mismo padecimiento de su compañera política Verónica Díaz Robles, quien está obsesionada por terminar con la vida política del gobernante. 

A cinco meses de haber asumido el gobierno de Zacatecas, la obsesiva conseja de la aún delegada de Programas del Bienestar, lo está conduciendo a una acelerada muerte política, y con él a más de 1.6 millones de Zacatecanos, que día a día evidencian los efectos de “políticas públicas” acordes con un pabellón de enfermos mentales, en convivencia  con grotescos cuidadores representados en la mayoría de su gabinete.

La novela del abogado y corresponsal de guerra nos conduce a escenarios dantescos en los que los pacientes viven situaciones increíbles de tortura a manos de sus terapeutas. Trasladando este escenario a la vida cotidiana de los zacatecanos, estos, también son víctimas de terror por la psicótica violencia de las bandas delincuenciales, y por una ausencia total de atención de su bienestar por parte del director, del sanatorio (gobernador), sin que nadie se ocupe ellos.

Toda obsesión implica una deformación en la conducta de los seres humanos, que irremediablemente termina en la paulatina pérdida de la razón. Este es el caso de Verónica Díaz Robles, quien obsesionada veinticuatro horas, los siete días de la semana, por detentar el poder, por suplantar al gobernador en la administración del estado, lo conduce al igual que a los zacatecanos al despeñadero, del que difícilmente podrá recuperarse, quizás necesitará otra vida para hacerlo.

Contrario a las afirmaciones de los aplaudidores de la llamada “Nueva Gobernanza”, que consideran que estas opiniones son un asunto personal en contra de la multicitada funcionaria del gobierno federal, se equivocan, únicamente recoge el sentir de una ciudadanía desencantada, frustrada, engañada por un discurso populista, el que en su momento, el gobernador a conseja de la multicitada pronunció durante la campaña electoral diciéndole a la gente lo que quería escuchar, pero nunca con la intención de cumplir los compromisos contraídos con ese pueblo bueno y sabio que hoy lo detesta.

Las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines…