Fanatismo mata miseria

El pueblo no renuncia nunca a sus libertades 

sino bajo el engaño de una ilusión 

Edmund Burke

Después de Carlos Salinas de Gortari con su Programa Solidaridad, ningún presidente había podido cautivar, engañar a millones de mexicanos. A pesar que haya descendido drásticamente su popularidad, sigue en el ánimo por lo menos 10 millones de mexicanos. Sin duda lo increíble del caso es que el fanatismo de sus seguidores tiene un común denominador: la miseria.

No solo en las redes sociales, sino en los lugares más comunes a donde asisten los ciudadanos de a pie, la defensa de los seguidores va desde una andanada de descalificativos a quienes osan criticar a López Obrador, hasta llegar a las agresiones físicas en contra de todos los que piensan diferente al presidente. Los fanáticos del presidente han demostrado no solo ignorancia en los temas cruciales, sino también que son de “mecha corta”, debido a la polarización impulsada desde Palacio Nacional.

Los lopezobradoristas por lo menos en un 90% pertenecen a los sectores sociales más vulnerables, con carencias que van desde una paupérrima economía, hasta los que han fallecido, ya sea por el criminal manejo de la pandemias del Covid 19, o la generalizada violencia que azota al país, pasando por situaciones de una hambruna cotidiana debido a una rampante inflación que supera el 7%, que les impide la compra de la canasta básica, y medicamentos. 

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) informó que el precio de la canasta básica en diciembre del 2021 se incrementó 16.25 por ciento, respecto al mismo mes del 2020; más del doble de la inflación registrada hasta noviembre pasado, que ascendió a 7.35 por ciento. Crece pobreza en México y alcanza a 44% de la población. El Coneval dijo que el número de mexicanos en situación de pobreza pasó de 51.9 millones a 55.7 millones. México tiene una población de 126 millones de habitantes.

Aún más, en México, 33 millones de personas sin acceso a servicios públicos o privados de salud: INEGI. En comparación con los datos reportados en el Tercer Informe de Gobierno 2020-2021 proporcionados por la Secretaría de Salud, en 2020 había 46.3 millones de personas no aseguradas a los servicios públicos de salud, es decir, 13.3 millones de personas más que la identificada por el INEGI.

Los fanáticos seguidores de López Obrador, incluso aquellos que reciben “apoyo”, becas, etc., las que no satisfacen sus necesidades más básicas, ni de sus familias (abuelos, padres, hijos, etc), sacan orgullosos el pecho ante los agravios de fifís, conservadores y neoliberales, respondiendo cada uno de los ataques a su querido presidente, los que sin excepción, en el transcurso del día las penurias, la miseria, el hambre, el desempleo, la violencia, la ausencia de salud, les restriegan en la cara, asumiendo su egoísmo como un sacrificio dedicado a su guía espiritual.

Mientras el presidente habita en un palacio virreinal, y sus hijos en fastuosas mansiones que gozan de una inexplicable riqueza sin tener un historial laboral, reconocido públicamente por López Obrador-la riqueza de mi hijo José Ramón no se compara con la de algunos periodistas-sus seguidores habitan en modestos cuartos de adobe, de ladrillo, hasta paupérrimas viviendas, sin siquiera preguntarse el por qué su ídolo y su familia gozan de una vida digna de reyes, mientras ellos siguen siendo los más pobres del país.

¿Es un honor estar con Obrador?