Primero los pobres

Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia 

Nelson Mandela 

La pobreza ha sido y sigue siendo el más lucrativo negocio de presidentes, políticos y legisladores entre otros, sin importar ideología o partido político al que pertenezcan. Para no extendernos en la memoria histórica dirían los políticos, desde Miguel de la Madrid, hasta López Obrador, pasando por Ernesto Zedillo, Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón, ninguno se ocupó de rescatar a los pobres y llevarlos a mejor calidad de vida, por el contrario, los mantuvieron pobres hasta llevarlos a la pobreza extrema.  

Según informes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conejal), entre 2012 y 2014 el porcentaje de población en pobreza subió de 45.5 a 46.2 por ciento. El porcentaje de pobreza extrema bajó de 9.8 a 9.5 por ciento. La población en pobreza aumentó de 53.3 a 55.3 millones de personas; la pobreza extrema se redujo de 11.5 a 11.4 millones de personas entre 2012 y 2014. Entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas. y el número de personas en situación de pobreza extrema aumentó de 8.7 a 10.8 millones de personas.

Mientras los índices de pobreza siguen a la alza, en la otra cara de la moneda, observamos día tras día al presidente, gobernadores, legisladores federales, locales, políticos y funcionarios sin importar al partido político que pertenezcan, un día amanecen en Veracruz, al siguiente Yucatán, después en baja California, y así sucesivamente por todo el país, con cargo al erario, y publicando en sus redes sociales una o más imágenes abrazando a un campesino, anciano y hasta niños en pobreza, asegurándole que siguen trabajando para “ayudarlos”, sin aclararles para que sigan siendo pobres. 

El ejemplo más destacado del lucrativo negocio que son los pobres, fue el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (PRI). Uno de sus objetivos fue promover la ampliación de los servicios de agua potable y alcantarillado mediante la construcción, extensión y reparación de sistemas hídricos en zonas rurales, en comunidades y colonias populares con el objetivo de elevar los niveles de vida y de salud de los habitantes en situación de pobreza. Incrementó la infraestructura comunitaria, y popular, pero siguieron pobres.

Los números no mienten, son fríos, exactos como la ciencia. Presidentes y gobernadores sin excepción han hecho de la pobreza su capital político y un gran negocio, para unos multimillonario, que contrasta con crueldad con la pobreza, indigencia, de más de 80 de los 125 millones de mexicanos que aún creen, y conservan la esperanza que un día arribará al poder algún presidente o gobernador con buenas intenciones para rescatarlos de la miseria. 

Por siempre pobres…