Qué sigue después de la Reforma Eléctrica

A las dictaduras les pasa lo que a las bicicletas; si se paran, se caen 

Maruja Torres

La afrenta propinada al presidente López Obrador en la votación de la Reforma Eléctrica, lo ubica en la antesala de una derrota anunciada en el proceso electoral del 2024. La pérdida de diputados en la elección del 2021 resultado de sus cotidianos ataques, insultos a empresarios, jueces, magistrados, aspiracionistas, periodistas, a la llamada clase media, profesionistas, médicos, padres de familia con niños con cáncer, las más de 100 mil familias en luto por la violencia y otras tantas por el pésimo manejo de la pandemia del Covid 19, lo postraron ante una oposición que renació el domingo de Resurrección. 

El presidente y su partido perdieron 15 millones de votos en el proceso electoral 2021, caída reflejada en la consulta de Revocación de Mandato, la que a pesar que el Instituto Nacional Electoral (INE) cumplió y demás con la instalación de 56 mil casillas, y puso a disposición de los electores 95 millones de boletas, López Obrador endosó al organismo electoral su derrota, sabiendo que su agresiva verborrea en cada mañanera, tarde o temprano le pasaría la factura. 

En este tenor, el presidente sabe que 15 millones de votos no son suficientes para enfrentar al bloque “neoliberal” conformado por PAN-PRI-PRD y MC, el que no solo salió fortalecido ante la derrota que infringieron a López Obrador, a pesar de las veladas amenazas de persecución por los cadáveres que hieden en el clóset de más de un legislador opositor, sino demostró que llegando a los necesarios acuerdos en el 2024 pasarán por encima de Morena, partido aún en el poder. El gran catalizador de la oposición fue precisamente López Obrador.

El presidente está consciente que con esos votos no le alcanza, que su corcholata favorita Claudia Sheinbaum no levanta(así llama el presidente a los aspirantes a sucederlo), que Marcelo Ebrard seguramente termine en la oposición, y su pariente Adán Augusto López secretario de Gobernación, perdió la oportunidad al enviarlo de matraquero (literal) a promover la consulta de la Revocación de Mandato, amén que perderá el control del Senado y algunos escaños a la salida de la Junta de Coordinación Política Ricardo Monreal. Qué sigue para López Obrador, utilizar al ejército para evitar una derrota en las urnas, que sería tanto como verse tras las rejas como justa respuesta de país que saqueó como nadie lo había hecho.

No se debe descartar el apoyo a la oposición en México por parte del gobierno de Joe Biden, al que en cada oportunidad el presidente endosa, reclama y califica de injerencista en temas como: el “combate” al tráfico de estupefacientes hacia los Estados Unidos, violencia, lavado de dinero, la corrupción en el gobierno de la Cuarta Transformación, etc., pero sobre todo, la cotidiana provocación al gobierno norteamericanos con su constante financiamiento con millones de dólares a países de corte “socialista” y el explícito apoyo al gobierno ruso, serán motivos suficientes para brindar, incluso financiar a los opositores del aún presidente. 

Por otra parte, millones de ciudadanos hartos del ocurrente, corrupto e improvisado gobierno que encabeza López Obrador, están obligados a fortalecer las organizaciones ciudadanas, seguir alimentando el caldo cultivo que el presidente generó con su desprecio hacia los sectores sociales que no comparten su propuesta de gobierno, pero sobre todo, sumar más y más ciudadanos que aspiren a recuperar un gran país que el macuspano se encargó de destruir en sólo 4 años de gobierno, al igual que instituciones, y fideicomisos, de los que por cierto, hasta el momento se ignora el destino final de más de 6 billones de pesos.

Presidente, nada es para siempre…

Nota: Por motivos personales regresamos el miércoles 27 de abril del 2022