En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio 

La Jefa de Gobierno de la CDMX, no encuentra su estilo de gobernar, ni tiene una brújula política que la distinga de su líder y guía el señor López, sin que deba romper con eso que llaman la cuarta transformación. La señora Sheimbaun, repite sin cesar las frases que desde las mañaneras aplica el presidente para justificar sus desatinos, la señora no tiene nada de simpatía por lo que no conecta, lejos de su jefe, que conecta y domina los escenarios, se nota fingida, tensa, su voz es cortante, muy soberbia, cree que por sus méritos académicos tiene lo suficiente para lograr cercanía con la gente.

En materia de gobierno y políticas públicas eficaces, la cosa se pone más triste. Amarrada a los programas federales para los ancianos, madres solteras, jóvenes sin trabajo sin estudios, personas con discapacidad, pretende recuperar la mitad de la Ciudad que no cree en ella ni en su partido ni mucho menos en el Jefe del Ejecutivo.

Un programa que funciona de manera adecuada es Salud con gratuidad, que sustituyó a lo que fue el Seguro Popular y al fracasado INSABI, único programa que ha separado de los programas federales, con resultados buenos, a secas.

La señora Sheinbaun, presume mucho los índices de seguridad, que según ella y solo ella, en la capital del país, han bajado en las cifras rojas. El secuestro, el asalto a mano armada, el robo de vehículos, casa habitación, y los feminicidios, se mantienen como los más bajos del país, pero resulta que la realidad nos dice lo contrario, la percepción de la ciudadanía es de miedo, de inseguridad. Consultar la página del INEGI, para comprobar la mentira de la “jefa de gobierno”

La Línea 12 del Metro se ha convertido en la peor pesadilla para la señora Sheimbaun. Desde el inicio de la tragedia, hubo una serie de yerros, un inadecuado control de daños, pésimo manejo de crisis, pero sobretodo la necesidad de encubrir lo que todos sabíamos, la falta de mantenimiento, evidencias las había todos los días no solo en la L12, es en todo el sistema de Transporte Colectivo Metro, el terco empeño en defender a la Florencia Serranía la tristemente celebre Directora del STCM, que por esa mal entendida austeridad y con tal de quedar bien con el Jefe López, dejaron de aplicar recursos para el mantenimiento. Lo cierto es que la caída de Serranía implicaría la caída de Sheinbaun, por eso la extendida protección a Marcelo Ebrard quien ordenó la construcción de esa línea siendo tesorero el infame Mario Delgado.

El que una empresa del hombre más rico de México este implicada,  también obliga a tapar lo que fuere necesario, por el eso el pago por parte de la empresa de Slim a la víctimas y la intervención directa del señor de las mañaneras, se dice que presuntamente hubo desvío de recursos y que los mismos fueron a parar a la campaña de quien hoy es presidente.

Así las cosas, no es difícil suponer que por el momento Sheimbaun sea una precandidata para los medios y para fintar a los adversarios de la  4T. Quiere esto decir que Claudia Sheinbaun ya no tendría posibilidades y que López ocultaría a quien de verdad será la candidatura de Morena para el 2024.

Por lo pronto habrá que seguir de cerca los pasos de la “jefa” es posible que, en una de esas, se tropiece con las cintas de sus zapatillas. A la Señora se la ve desesperada, urgida de reflectores, y cada día más intolerante, e ineficaz en la conducción de los destinos de la gran capital de un país que a pesar de todo aún sobrevive. Claudia Sheimbaun ha dejado de ser ella para ser un remedo muy malo del presidente.

Sin personalidad propia y con un enfado permanente en su rostro, no tiene lo suficiente para despertar las pasiones políticas que sí logra su ídolo. Ella sería la mejor candidata para la oposición, seguramente perdería, no tiene con qué, ni resultados ni simpatía.

Hasta la próxima.