La cena y la Lotería ¿Extorsión?

En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- Muchos creen que los empresarios fueron a la cena en Palacio Nacional para ser extorsionados, yo no, los empresarios saben y conocen los métodos del ciudadano presidente para allegarse de recursos, desde siempre lo conocen, saben que cuando le aprieta el zapato recurre a ellos. 

No pasa nada, veinte o cincuenta millones no significa mucho, es recuperable, mientras no les afecten las ganancias mensuales y anuales están dispuestos a cooperar. Así ha sido López desde que venía de Tabasco a cerrar calles y montar plantones, en la era de Manuel Camacho regente a la sazón y Marcelo Ebrard muy joven era secretario de gobierno, el señor López armaba su borlote y luego desaparecía, desde entonces los indicios eran y son que recibía ingentes cantidades de dinero y se marchaba, el chantaje como modus operandi y forma de vida.

Hoy ya jefe del ejecutivo federal, con un discurso populista, de nacionalismo trasnochado, apelando a una falsa austeridad, convoca a los empresarios en plan de “cuates” y listo que se dé la coperacha. Los empresarios tal vez reciban algún estimulo fiscal, no lo sabemos, pero podemos sospecharlo, nadie hablara, nada es gratis en esta vida y menos en política donde los favores se pagan con intereses y más.

Sinceramente creo que los empresarios no están ni con López ni con el “pueblo bueno”, ellos cuidan sus intereses y están del lado que no los afecte, la empresa no tiene ideología, pero, afortunadamente generan empleos e invierten en un país que cada día se descompone y se asoma a un abismo profundo y muy oscuro, negro el abismo, y cada vez con menos bono democrático.

No pensemos en extorsión son valores entendidos, se parece a la extorsión, al pago de piso sí y mucho, raya en esas fronteras, lamentablemente. México padece de una presidencia que cada segundo adquiere formas reprobables, reprochables, una presidencia maldita que todo lo que toca lo descompone, lo inutiliza, lo desaparece. El dinero se agota y no hay ya fideicomisos ni ahorros para en algún momento salvar los programas clientelares que nos cuestan tanto a toda la ciudadanía.

López ya rifó un avión que no se entregó, ya engañó y estafó con ese cuento, ya vendió propiedades, algunas en litigio como la casa de Zhen Li Yegon, o los lotes de joyas y autos de ese ente creado para “devolverle al pueblo lo robado” ahora los terrenos en una rifa cuyas posibilidades de ganar son cuasi nulas, doscientas series con números consecutivos, de verdad que los de la cuarta no tienen vergüenza, el cinismo es su adn.

Los empresarios no protestan ni lo harán, es un poco de temor, es por interés, es porque así López les deberá favores, no, no es extorsión, en todo caso el atole y los tamales les saldrán muy caros y punto, pero ya se repondrán, no hay López Obrador que dure cien años ni empresarios que lo aguanten.

Los problemas cada día se agravan, la actitud que ha asumido frente a la queja y posible litigio por el incumplimiento al capítulo 8 del TMEC, que México incumple al afectar la competencia en energías nos llevará a un panel que puede imponer aranceles a nuestro país, y entonces el mundo empresarial o parte de ellos comenzaran a quejarse a criticar porque ya les estará afectando sus economías sus finanzas.

La negra noche de México parece no tener fin, los partidos de oposición siguen en sus luchas intestinas, los empresarios cuidando sus interese, la ciudadanía inmovilizada, la extorsión la hace López a todos los ciudadanos, pidiendo austeridad, viviendo en un palacio que nos cuesta 6 millones al mes. 

Hasta la próxima