El México que viene
Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos
Simón Bolívar
A punto de cumplir 4 años de haber arribado al poder, López Obrador acusa evidentes síntomas de desesperación ante el fracaso de su gobierno, que a la fecha se encuentra literalmente desfondado gracias al dispendio de miles de millones de pesos en obras faraónicas, inservibles, que solo han generado pingües negocios para el grupo de empresarios consentidos y seguramente para algún miembro de su familia, por lo que acude como política económica a la “pobreza franciscana”, pero también al ejército.
López Obrador aseguró que emitirá propuesta de reforma para que la Guardia Nacional dependa completamente de la Secretaría de la Defensa y adelantó que en caso de que dicha propuesta sea rechazada en el poder Legislativo, la medida será implementada mediante un acuerdo presidencial, un decreto. Una alternativa largamente contemplada y alimentada con miles de millones de pesos a la cúpula militar de la Sedena, para llevar al país a la instauración de una dictadura militar que le garantice la continuidad tras el trono, y por supuesto impunidad.
A pesar que los indicadores de popularidad del presidente se mantiene por encima del +-50%, en realidad su techo electoral no supera los 10 millones de sufragios, muy lejos de los 30 millones que lo llevaron al poder. Sabe que no le alcanzarán para que alguna de sus “corcholatas” gane la contienda presidencial, por lo que la utilización del ejército en la elección será su única alternativa para someter a millones de mexicanos hartos, cansados de su mesiánico desgobierno.
Las dictaduras de Cuba y Venezuela son sus modelos a seguir, que se mantienen en el poder utilizando a las fuerzas armadas encargadas de garantizar la suspensión de las garantías individuales de los ciudadanos, reprimiendo manifestaciones populares cansadas de la miseria que los mantiene el gobierno, en contraste la cúpula de dictadores goza de privilegios y lujos ostentándolo sin rubor alguno, como los casos de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel dictadores de Venezuela y Cuba respectivamente, deleznable ejemplo que siguen los hijos del presidente.
Desgraciadamente México vivirá más tiempos de cólera, ante los coletazos de un moribundo presidente, producto de la frustración de un resentido social como lo es. Aquellos necesitados, pero también los ignorantes, tarde comprenderán que se equivocaron al votar por alguien que nunca le ha interesado el pueblo; las dádivas que reparte con generosidad no son producto de la preocupación por la gente más vulnerable, sino únicamente para mantener adeptos que sigan apoyando su mesiánico sueño de ser la reencarnación Simón Bolivar libertador de América.
Terminaremos exterminado a los tiranos, no hay de otra…
Lo mas leído
- Rastrean millonarias "inversiones" del exgobernador
- Elegí Zacatecas para que ahí se quede la delincuencia organizada
- López Obrador pretende convertir a 50 mil “ninis” en sicarios de la “transformación de cuarta”
- Fideicomiso: Fraude y lavado de dinero, aquí las evidencias
- En la mira de Estados Unidos Miguel Alonso y cómplices