La patria, posiblemente, es como la familia, sólo sentimos su valor cuando la perdemos 

Gustave Flaubert 

La grave crisis económica, de salud, empleo, inseguridad, etc., que se padece en México, sus efectos impactan en forma directa en la familia, núcleo de la sociedad. Los daños provocados por ausencias y omisiones, del incumplimiento del Estado de su cometido para con la sociedad, irremediablemente viene acompañados además de condiciones de pobreza, por no decir decir de miseria, también de sufrimiento y un profundo dolor en cada miembro de la familia ante las graves carencias y la violencia.

Lo anterior trae a colación la ignorancia, la irresponsabilidad de padres y madres de millones de familias que hoy apoyan y aplauden la destrucción de este gran país, rayando en un fanatismo casi religioso, comparado con el Yihad musulmán, convirtiendo a la “Cuarta Transformación” en un dogma. Una gran mayoría de los seguidores del evangelio de López Obrador, parece no ver, o no quieren ver, a pesar que sus familias sufren, padecen los perniciosos efectos de este gobierno que insiste, exige una vida de pobreza franciscana, mientras funcionarios y familias ostenta una forma de vida propia de una monarquía, sí, por cierto vulgar.

Ante la imposición de modelos comunista-socialista, los responsables de guiar, de conducir a buen puerto a sus familias, caen en el engaño del inquilino de Palacio Nacional, el que a pesar del rotundo fracaso de su gobierno, abuelos, padres y madres de familia inculcan a su descendencia la veneración a un mesías mitómano, falso, que hoy los tiene en peor miseria que antes que decían que estábamos mal, cuando estábamos mejor. 

El engaño a los ciudadanos por parte del gobierno no es privativo de la llamada Cuarta Transformación. Los gobiernos que hoy etiquetan como conservadores, neoliberales (PRI-PAN), también acudieron a la simulación, al engaño, y por supuesto mintiendo en pobreza a millones de mexicanos en aras de seguir convirtiendo sus necesidades en  millonario negocio para la llamada clase política. Hoy el gobierno de López Obrador ha multiplicado programas sociales y “becas” incrementando exponencialmente las millonarias utilidades que generan a los poseedores temporales del poder en turno.

Sin embargo, no se tiene registro en la historia moderna de México, de los alarmantes índices de inseguridad, pobreza, desempleo, corrupción, del alto costo de la vida, de los alimentos, de los combustibles, etc., de un país en llamas, lacerado, saqueado, que el Estado tolera e incluso ha institucionalizado su destrucción, pero también de la irresponsabilidad colectiva de millones de padres y madres de familia, que a cambio de dádivas y del sermón gubernamental como verdad absoluta, les ha dejado de doler sus familias.

Cuando deja de doler la familia…