El castillo de Verónica

No todo lo que brilla es oro 

Refrán popular 

A un año de haberse convertido gobernadora de facto, Verónica Díaz vio caer como un castillo de naipes sus ocurrentes anhelos de convertirse no solo en la candidata y senadora en el proceso electoral del 2024, sino también gobernadora de Zacatecas en el 2027. Casi un año repartiendo a discreción millones de recursos federales en los distritos electorales que consideró claves para su proyecto y resulta que fracasó rotundamente. 

Bastó un ejercicio demoscópico de la empresa Massive Caller fechado el 30 de agosto del año 2022, el que la situó con un 7.4% de la preferencias electorales contra 27.8% de Saúl Monreal alcalde Fresnillo; a Ulises Mejía exalcalde de la capital con 22.1%, a Julio César Chávez alcalde de Guadalupe con 11.1% y a su comadre Norma Julieta del Río con 9.2%, la que por cierto a diferencia de la “Vero” como le llaman sus súbditos, aún no ha hecho campaña.

Ante la ostentación de confianza, soberbia, autoritarismo y poder de Verónica Díaz, en Zacatecas se creó una falsa percepción que la señora era invencible, que nada, dio nadie la podría detener en su ambicioso y personal proyecto. La llamada clase política zacatecana se preguntaba qué información tendría la delegada de Programas del Bienestar de la familia Monreal para haber sometido a los hermanos David gobernador y a un resucitado senador Ricardo-con Saúl no ha podido-para hacer lo que le viniera en gana en y con Zacatecas. 

Lo que Verónica día ostentó ante los zacatecanos un proyecto en oro de 24 kilates, terminó en miserable oropel. Díaz Robles olvidó que el reparto de recursos debe de ir obligadamente acompañado de la teoría de organización, de la formación de una estructura que cuide de las lealtades de los beneficiarios, de una capacitación general de la praxis política, del  escenario de la campaña electoral del 20224, de la multiplicación de beneficiarios y peticionarios que se integren no solo al padrón sino al proyecto y por supuesto “carnita” para su operadores. Nada de esto se hizo y he ahí el resultado. 

El problema en ciernes es sin duda, una colérica respuesta de la delegada culpando a todo aquél que considere responsable de su fracaso, del escarnio por los resultados de la encuesta y todo aquel que se le cruce en el camino. Hará rodar cabezas de sus colaboradores, y también lo intentará en contra de quienes se posicionaron superiores a ella en la encuesta; descargará su furia en contra de secretarios del gabinete. Sin embargo, su poderío menguó, un sinnúmero de otrora impresionados la menospreciarán, y exigirán al gobernador que deje de ser el perrito faldero de la “Vero” literalmente hablando, toda vez que esta sumisión tiene a Zacatecas inmerso en el infierno. 

Encuesta mata soberbia y ocurrencias