No hay tiempo que no se cumpla ni plazo que no se venza 

Refrán popular 

A unos días que el gobernador testimonial de Zacatecas David Monreal rinda su primer informe de gobierno, ha despertado más morbo que expectativas. Ante el fracaso en todos los rubros de la administración pública solo resta la presentación de un show mitómano-mediático, que cumpla con la obligación constitucional de rendir cuentas de lo hecho y lo pendiente por hacer.

En realidad el I Informe de Gobierno se convertirá en una pasarela de comparsas de la llamada “Nueva Gobernanza”, de los capitales políticos de la delegada del bienestar Verónica Díaz, y el desdén a los políticos que interactúan en la Ciudad de México en favor de las aspiraciones del senador Ricardo Monreal rumbo al proceso electoral del 2024. El comité organizador se encargará de saturar el Palacio de Convenciones y desde la Coordinación de Comunicación Social saldrán las órdenes a la legión de focas aplaudidoras para replicar cada palabra y frase del mandatario.

Las finanzas que el gobernador aseguró una y otra vez que estaban saqueadas, finalmente resultó que gozaban de cabal salud menos para los jubilados y pensionados del Issstezac. La nómina magisterial que Ricardo Olivares secretario de Finanzas se encargó de gestionar y conseguir los urgentes recursos que los profesores exigían con justicia y amenazan en dinamitar el polvorín en que la “Nueva Gobernanza” ha convertido a Zacatecas, además de garantizar un cierre fiscal sin sobresaltos. 

El dispendio de recursos públicos para un circo de dos pistas (Verónica-David), dará cuenta que lo que menos interesa a la presente administración es Zacatecas. Cada uno de los dos protagonistas atenderán con generosidad a cada uno de sus invitados, mientras el pueblo bueno y sabio de Zacatecas será un simple espectador del primer show de muchos que han de seguir al fracaso de quien aseguraban era el “mejor” de los hermanos Monreal, que las encuestas por más de once meses lo ubican como el peor de los gobernadores. 

Los responsables del infierno en que la “Nueva Gobernanza” ha convertido Zacatecas, es la necesidad, el hambre de la gente que les ha obligado a votar por sus verdugos, y todos aquellos zalameros que día a día a pesar que la mayoría vive en precarias condiciones y/o se encuentran enquistados por décadas en el aparato burocrático aplauden a rabiar y envían frases de apoyo a quienes hoy han demostrados con creces que no les importan, que solo los proyectos personales es lo que importa.

¡Pobre Zacatecas!