El Rey de Cash

Políticos que hoy militan en Morena, fueron cómplices, en su momento y partícipes del enriquecimiento de López Obrador a costa de las arcas públicas, extorsiones y sobres amarillos

Vox populi 

La corrupción del presidente López Obrador sacada a la luz pública en el libro El rey del Cash, escrito por Elena Chávez González, ex pareja de César Yañez, uno de los hombres más cercanos al presidente, confirma lo que se intuía, se sabía, que el ahora presiente es un corrupto mas. Sin embargo, se necesitarían miles de ediciones para sacar a la luz la corrupción que se ha enquistado en la mal llamada clase política en México.

Si bien la obra de Elena Chávez González detalla con precisión la forma cómo López Obrador mantuvo económicamente su proyecto político y familia, faltarían otras, muchas ediciones más, para sacar a la luz pública los orígenes de las grandes fortunas amasadas por políticos de todos los partidos políticos, que hoy ostentan al igual que sus familias los bienes obtenidos gracias a actos de corrupción en todas sus modalidades.

Cómo explicar al “pueblo bueno y sabio”, que políticos de los tres niveles de gobierno y legisladores poseen: ranchos, haciendas, caballos pura sangre, empresas constructoras, de servicios, hoteles, fastuosas mansiones, autos y motocicletas de alta gama, joyería propia de jeques árabes, inversiones en dólares y otras monedas en cuentas bancarias internacionales, así como la costosa manutención de hijos, nietos, “ahijados”, etc., en colegios, universidades de excelencia en México y en el extranjero.

La extorsión, peculado, tráfico de influencias, lavado de dinero, entre otras modalidades, son las que a los políticos les han permitido darse un costosa vida que contrasta con la pobreza de millones de mexicanos que literalmente viven, sobreviven al día. Sin embargo, ese generoso “pueblo bueno y sabio” parece estar resignado a aceptar la corrupción que ya forma parte de la escenografía de un país apático, adormilado ante los cotidianos abusos de los eternos vividores del erario.

Como en el caso de López Obrador ya se sabía de su corrupta forma de vida desde hace décadas, al amparo de la frase: “En mi cartera sólo traigo 200 pesos”. La misma situación aplica en aquellos políticos que nacieron en “humildes cunas”, y al paso de los años pasaron a convertirse en poderosos industriales, comerciantes, empresarios, ganaderos, agricultores, hoteleros, etc., sin que nadie les cuestione, por el contrario, la gente los abrazan y aplauden, sin un ápice de dignidad. 

¿Viva López Obrador?