En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- El secretario de Gobernación ha comenzado un pleito con los gobernadores de oposición, en especial con los emanados del PAN, llamándolos hipócritas y acusándolos de no hacer nada contra la violencia en sus Estados.

Adán Augusto López Hernández debiera ser prudente, convocar a la concordia y la unidad nacional; el presidente divide a diario desde su púlpito mañanero, que en un principio Adán era la otra cara, el que conciliaba y dialogaba, parecía estar diseñando acuerdos, diálogos con los actores políticos de todas las corrientes, sin embargo al ser nominado “corcholata” como aspirante presidencial, el talante amistoso lo tornó en un vulgar peleador callejero, sabedor que el presidente no le impediría su actuar, por el contrario lo anima a tomar el callejón sin salida, el del no retorno, la confrontación elevada a su máxima expresión.

La acusación sin pruebas de que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa es investigado a nivel internacional, solo puede causar risa, lo grave, es que una calumnia, no una broma, y siguiendo la escuela de AMLO su jefe, al día siguiente negó sus dichos, para al tercer día insinuar nuevamente que al expresidente podrían imputarle delitos que lo llevarían a la cárcel.

La ira incontenible de los López se ha convertido en acciones patológicas, cuyos personajes están reventando cualquier conciliación con los partidos que no son rémoras de Morena. 

El señor López Hernández de quién según los documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), afirman que en la etapa de gobernador de Tabasco nombró como jefe de la policía a un sujeto identificado como miembro del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuya presencia se extiende la 63% del territorio tabasqueño, no lo inmuta, él en sus juego y punto.

En esos mismos documentos hackeados se da cuenta de que se investiga al gobierno estatal y a algunos municipales, por lo que el hoy secretario estaría, según dichos documentos, investigado por sus nexos con grupos criminales. Lo que no ha salido a la luz pública es si a la fecha se ha dado seguimiento a esos informes.

A pesar de eso, el señor Adán Augusto, se confronta de manera soez, vulgar y provocativa con aquellos políticos que considera enemigos de su jefe, amigo, de su líder y guía el presidente López Obrador.

Según miembros de Morena las elecciones del 2023 en el Estado de México y Coahuila serían ganadas por su partido, y que las presidenciales, se las llevarían de calle en el 2024, a pesar de su anticipado triunfalismo , les urge desaparecer al Instituto Nacional Electoral  (INE), para lo que desde las mañaneras se incita al desprecio al instituto y calumniar a dos de sus miembros el consejero Ciro Murayama y al presidente consejero Dr. Lorenzo Córdoba a quienes el señor del palacio, considera sus enemigos y enemigos de eso que llama la austeridad franciscana.

El señor secretario convertido en un Rocky callejero, le ha aprendido bien al presidente en eso de atacar y adjetivar, zaherir, violentar a sus opositores, envuelto en la bandera de la posibilidad de llegar a la presidencia de la república; Adán se construye una imagen llamativa, de escándalo, que la sociedad lo vea y lo tome en serio para el 24, pero sobre todo dar la nota en los medios.

Sin duda alguna, la vulgaridad, el pleito callejero, y los insultos distinguen a los miembros del partido del señor presidente, que confunden la artera agresión con el arte de la política. Lamentablemente, tristemente, lo hostil y majadero llegó para quedarse, el uso abusivo de las palabras altisonantes y el adjetivar insultando es la norma para ejercer el poder de los morenistas. 

Hasta la próxima