La agresión que viene

La violencia es el último recurso del incompetente 

Isaac Asimov

En las últimas semanas López Obrador ha mostrado síntomas inequívocos de desesperación ante el fracaso de su gobierno, que a 4 años dando palos de ciego que ha conducido al país a la más profunda crisis económica-política-social en la historia contemporánea de México. Basta con mencionar la quiebra de las finanzas públicas, del sistema de salud, la imparable violencia, asesinados, desparecidos y la andana en contra del Instituto Nacional Electoral para confirmar esta aseveración.

Desde el púlpito de la mañanera López obrador ha tachado de cretinos, corruptos y rateros a todos los sectores sociales reacios a sus caprichos y  hasta el momento no ha aportado una sola prueba de sus acusaciones. Por el contrario, un día sí y el siguiente también, periodistas, medios de comunicación libres y editores sin compromisos con el gobierno obradorista, dan cuenta de la aviesa corrupción de los miembros de su gabinete y también de su familia, corrupción plasmada con objetividad en el Rey del Cash.

Si López Obrador estuviera seguro del triunfo en el 2024, lejos de agredir, denostar a la oposición y a los que pensamos diferente, estaría preparando a los cuadros idóneos, sumisos a su voluntad para enfrentar la elección del 2024. Sin embargo, no sólo es la marcha para defender al INE su único problema, sino la disputa al interior de su partido cuyo común denominador es la pública corrupción, sino también el agotamiento de la paciencia del ejército en el caso Ayotzinapa, que el secretario de la Sedena ordenó la defensa de los militares detenidos y la denuncia contra Alejandro Encinas. 

El llamado del presidente para que la marcha en defensa del Instituto Nacional de Elecciones (INE), a manifestarse libremente, esconde un doble propósito, una una celada orquestada por él y secundada por Claudia Sheinbaum su corcholata favorita, para provocar y agredir a los manifestantes seguramente apoyada por los anarquistas y las huestes de Dolores Padierna y René Bejarano, para que el lunes 14 al inicio de la mañanear acuse a los defensores del INE de intolerantes y violentos, que según López Obrador le estaría concediendo la razón.

El presidente fiel a su costumbre, no dimensiona los costos y graves consecuencias en el caso que esta filtración de Palacio Nacional se lleve a cabo, que pondría a México, a millones de ciudadanos hartos de su gobierno en pie de guerra, polarizando aún más a una sociedad confrontada por su cotidiano discurso beligerante, que por desgracia ha permeado en lo más profundo del tejido social, llegando a confrontar a familiares, y amigos, convirtiéndolos en enemigos cuando toda su vida coexistieron sin mayor problema a pesar de las diferencias sociales que el país tiene desde tiempos ancestrales.

#ElIneNoSeToca 

¡Vámonos a la marcha!