Ricardo Monreal cuatro años de complicidad

Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa 

Ernesto Sábato

Ricardo Monreal a pesar que asegure y jure lo contrario, está a punto de abandonar Morena, ya no cabe, y lo sabe, por lo que comenzó a deshojar la margarita para elegir los colores desde dónde habrá de defenderse como gato boca arriba de los inminentes ataques de quienes sirvió, y fue cómplice durante cuatro años, y con su colusión participó en la destrucción de México a manos de su coyuntural y humanista aliado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La democracia que desde hace más de 20 años viene ofreciendo López Obrador terminó en autocracia, incluso amenazando con desparecer al INE. Aseguró llevar al país a una transformación que a cuatro años de gobierno se convirtió profunda involución. Aseguró un gobierno austero porque no debía haber “gobierno rico con pueblo pobre”, sin embargo, desapareció más de 600 mil millones de pesos de fideicomisos y casi 300 millones de dólares del Fondo de Estabilización, además de contraer deuda interna por más de 3.1 billones de pesos y externa por 5 mil millones de dólares. 

Con López Obrador México se pasó de una abierta práctica de libertad de expresión a una rabiosa censura por parte de su gobierno, espiando, persiguiendo, y acosando a periodistas y medios de comunicación críticos a su gobierno, y premiando con cientos de millones de pesos a diarios como La Jornada y una fauna de pseudoperiodistas aplaudidores en Palacio Nacional y sitios web. 

Enarboló la bandera del combate a la corrupción, pero fiel a su genética priísta, corrompió instituciones e hizo de la obra pública un multimillonario negocio que aprovecharon sus hijos con la participación de secretarios de Estado, gobernadores alcaldes y legisladores de Morena. 

“Abrazos y no balazos” carta de impunidad disfrazada de política pública para combatir la violencia y delincuencia, siempre respetando los “derechos humanos” de los delincuentes, ha enlutado a más de 140 mil familias de igual número de víctimas, 100 mil desparecidos y 11 mil mujeres asesinadas, convirtiendo a México en el 2o lugar en feminicidios en América Latina según la Cepal; los crueles desplazamientos internos y el éxodo de miles de mexicanos en pánico da cuenta de la criminalidad gobierno de la Cuarta Transformación. 

El pésimo manejo de la pandemia del Covid 19, generó más de 600 mil muertes ante un sistema de salud colapsado, debido a las ocurrencias de López Obrador al desparecer el Seguro Popular y su eterna disputa contra los laboratorios farmacéuticos, que durante décadas habían satisfecho la demanda de medicamentos. Esta estúpida guerra del presidente contra farmacéuticas generó la muerte de más de 6 mil menores de 5 a 14 años de edad, y que al momento de cerrar este despacho continúa el criminal desabasto de quimios. 

Ofreció sacar al ejército de las calles, y militarizó al país, cuya aprobación legislativa jugó un papel fundamental Ricardo Monreal. A esto habrá que sumar la prohibición por parte del presidente al ejército y marinos para interferir en los negocios del narcotráfico, orden que quedó ratificada durante el operativo para aprehender a Ovidio Guzmán hijo del Chapo Guzmán, en el que ordenó dejarlo en libertad al igual que a sus cómplices, en clara empatía por uno de los dos cárteles más importantes en México. 

“Primero lo pobres” decía el presidente López Obrador. Lo que nunca dijo: generemos más pobres. De acuerdo con proyecciones de la Cepal, México cerrará 2022 con alrededor de 35.4% de su población en pobreza, porcentaje similar al que dejó Enrique Peña Nieto en su último año de gobierno, lo que lo ubica como el segundo país más pobre de América Latina, sólo detrás de Honduras, mientras su familia, sedentarios de Estado, gobernadores y legisladores de Morena incrementaron sustancialmente sus mal habidas fortunas.

La genética priísta de Ricardo Monreal una vez más lo sienta en la mesa de las negociaciones en contra de quien durante 18 años acompañó por la ruta del engaño hasta llegar a la Presidencia de México, siempre recompensado con importantes cargos políticos con millonarios presupuestos, incluyendo la gubernatura de su natal Zacatecas. La principal característica política del senador ha sido su capacidad para negociar todo lo negociable: voluntades, amistades, votos, impunidad, y por supuesto elecciones, siempre al mejor postor.

Ricardo Monreal es copartícipe de la destrucción de México