La esperanza llegó del sur

La esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado 

Ovidio 

Precisamente cuando en cielo de México aves carroñeras de la cuarta transformación-especie a punto de extinguirse-vuelan en círculo en espera del último suspiro de la democracia para ser devorada, del sur, de Latinoamérica llegó la noticia que en Perú y Argentina la democracia no sólo haba resistido los embates de dictaduras populistas, sino también haber sometido ante la justicia a quienes se autoproclamaron como honestos, intachables redentores del pueblo, que a final de cuentas resultaron sólo mitómanos corruptos.

Los últimos años el mapa de latinoamericano se había convertido en bastión del comunismo más retrógrada y obsoleto impulsado por las dictaduras cubana y venezolana, financiado en los últimos años por el gobierno de México, aportaciones del erario le valieron a López Obrador ser considerando por los países integrantes del llamado Foro de Sao Paolo, como la “reencarnación” del libertador de América Simón Bolívar. 

Sin embargo, después de la caía de Cristina Elisabet Fernández vicepresidenta de Argentina y José Pedro Castillo presidente de Perú, comienza a revertirse la expansión de la ideología marxista-leninista-maoísta para regresar a la democracia, socavando el respaldo al mandatario mexicano.

Estos dos significativos eventos que llevaron a sentencias judiciales a los pseudodemocrátas latinoamericanas, llegó como un luminoso rayo de esperanza en el ánimo de millones de mexicanos, hasta hace unos días resignados a seguir padeciendo el autoritarismo y corrupción del gobierno del presidente López Obrador después de la elección del 2024, el que con ánimo de venganza ante la multitudinaria marcha para defender al Instituto Nacional Electoral (INE), envió al Poder Legislativo tramposas e ilegales reformas para maniatar al INE y robarse la elección.

El Ejército mexicano fue el primer actor político que acusó de recibido la caída de Pedro castillo y Cristina Fernández, así como el público beneplácito y respaldo de gobiernos de izquierda como: Brasil Chile, Ecuador y Bolivia entre otros, además de reconocer de inmediato a Dina Boluarte como presidente de Perú y la consignación y sentencia condenatoria a Cristina Fernández por actos de corrupción en contra la nación argentina. 

A sólo unos minutos de la confirmación de la caída de Pedro Castillo General secretario Luis Cresencio Sandoval ordenó una reunión con carácter de urgente a la estructura de primer nivel de la Secretaría de la Defensa Nacional, para evaluar la caída de 2 de los protagonistas más importantes de Latinoamérica, específicamente del respaldo de las fuerzas armadas de ambas naciones a las decisiones de destituir de sus cargos y consignar a los corruptos mandatarios, escenario que seguramente el General secretario se vio obligado a proyectar para la elección del 2024. 

Por su parte el Presidente López Obrador ante estos relevantes acontecimientos, ratificó sus temores de ser enjuiciado al término de su mandato por corrupción, omisión, delitos de lesa humanidad y complicidad con el narcotráfico, entre otros, así como la posibilidad que el ejército privilegie una salida consensuada con el nuevo gobierno democrático que surgirá del proceso electoral del 2024. 

La negociación no será de buena voluntad ante la latente amenaza del gobierno de los Estados Unidos de convertir al General secretario y su colaboradores más cercanos en objetivos primordiales en su lucha contra el narcotráfico en México, y por lavado de dinero, toda vez que las ganancias en el manejo de miles de millones de pesos el Departamento de Justicia el, la DEA y el FBI ya tienen ubicadas las cuentas bancarias y paraísos fiscales, y el militar de alto rango está consciente de ello.

Sin el apoyo del bloque latinoamericano de países socialistas López Obrador ve reducido su margen de operación y posibilidades de ganar la elección, extender su poder tras bambalinas y obtener impunidad. 

Sabe que ni sacando a las calles a cientos de miles de fanáticos bajo la batuta de agitadores cubanos y venezolanos, provocando disturbios, enfrentamientos con millones de ciudadanos críticos a su gobierno, incluso si llegara ordenar tomar por asalto las instalaciones del INE en la Ciudad de México y en los 32 estados, ya no tendría el respaldo del bloque de países socialistas, pero sí la poderosa intromisión del gobierno de los Estados Unidos. López Obrador sabe que está perdido, su desquicio mental y emocional lo confirman.

Bienvenida la esperanza que llegó del sur