México la guerra que nadie quiere ver

México la guerra que nadie quiere ver

La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso 

Alphonse de Lamartine

México y Ucrania tienen algo en común: la guerra. En ambos países se combate. En Ucrania contra el invasor soviético, en México entre mexicanos. Mientras en Ucrania los ejércitos están perfectamente definidos, en México bandas organizadas de delincuentes combaten entre sí, mientras el ejército y fuerzas armadas observan. A últimas fechas combaten por “recomendación” del gobierno de USA al otrora aliado el cártel de Sinaloa. 

El número de muertes es similar en ambos conflictos bélicos, en México superan los 145 mil civiles, 102 militares abatidos, en Ucrania 100 mil por bando y 40 mil civiles ucranianos. 

En las guerras de México se utilizan helicópteros artillados Sikorsky Aircraft  fabricados en Estados Unidos de América y Sikorsky UH-60 Black Hawk, en Ucrania utilizan Kamov Ka-52 ‘Alligator y AgustaWestland AW129 Mangusta, equipados con ametralladoras Minigun ametralladora multicañón rotativo con municiones 7.62 X51 mm y ametralladora M60 y lanza cohetes aire tierra FIM-92 Stinger; fusiles de asalto AR-15 Colt Cal. 2.23 mm, Galil 5.56 mm, AK-47 7.62 mm, M-16 5.56 mm, fusiles con lanza granadas ZH-05 y CZ 85 G1. 

De igual forma, en los dos conflictos bélicos se utilizan vehículos blindados nivel VII para vehículos civiles y blindajes de tecnología de punta para los militares; se utilizan granadas de fragmentación y minas antipersonas; drones artillados y de reconocimiento; chalecos blindados Kevlar y tácticos nieve VII de uso militar. En ambos bandos se cuenta con comandantes que dirigen las hostilidades, equipos de inteligencia, comunicaciones y logística, así como equipos de espionaje.

De acuerdo a la información en párrafos anteriores, no hay forma de negar que en Ucrania, y en México se vive una guerra, un conflicto armado que el presidente se niega a reconocer a pesar que día tras día el número de víctimas producto de los enfrentamientos crece, así como los riesgos fatales de ser alcanzado por la metralla y convertirse en un daño “colateral”, que en realidad en una víctima de la guerra que nadie quiere ver, aceptar, menos el promotor: Andrés manuel López Obrador.

La guerra que nadie vio venir