Zacatecas la Turquía mexicana

La principal diferencia entre los humanos y los animales es que los animales nunca permitirían que los lidere el más estúpido de la manada 

Sir Winston Churchill 

¡Mamá, mamá! Ven, mira lo que están pasando en el noticiero, un papá llora mientras agarra de la mano de su hija muerta que está abajo de muchas piedras de su edificio que se cayó con el terremoto en Turquía, a lo que responde enojada la madre: por lo menos el señor sabe dónde sepultará y llorará a su hija ¿Pero nosotras? 

Cabrona escuintla ¿Ya se te olvidó cuánto lloramos, cómo berreaste cuando levantaron a tu padre, cuando vinieron por tu hermano, cuando en la Fiscalía se hicieron pendejos todas la veces que fuimos a preguntar? En lugar de darnos respuesta, los ministeriales te tiraban los perros y hsta te pidieron tu número celular. 

Ya se te olvidó también tu abuela, cuánto ha llorado a su hijo, a su nieto, y también les recuerdo a las dos cuando vino el tal David a pedir el voto les dije que no lo recibieran, pero ahí van, hasta tu abuela se sacó una foto con ese güey; desde el fondo de la vivienda se escucha una voz: a mi no me mortifiquen, que bastante tengo con mis penas, y sí, por eso tire la foto del pinche gobernador.  

La mamá le baja 3 rayitas a su mal humor y le dice a su hija: En verdad me duele lo que está pasando esa pobre gente allá en… ¿Dónde? En Turquía mamá responde la joven, pero ellos sufren por un desastre natural, nosotras por el olvido del gobierno, que ha de estar más metido hasta el cuello en el las drogas y esas cosas. Acuérdate del nieto de doña Amelia se lo llevaron, a la hija de Justo también, a los jóvenes de Tepetongo, total aquí lloramos tanto o más que en Turquía.

Por culpa del  zotaco de tu gobernador al que le valemos madres los pobres, hoy soy viuda sin saber sí realmente lo soy, eres huérfana de padre, sin un hermano que te proteja, que te quiera como lo hizo desde que estabas en la primaria, y no olvides que seguimos llorando su ausencia, pero principalmente por no saber qué les pasó y dónde ir a rezarles, a llorarles para que descansen en paz.

Mientras en Turquía el presidente Recep Tayyip se une a las brigadas de búsqueda y rescate, en Zacatecas prevalece el desdén por la vida humana, la indolencia ante el dolor de miles y miles de zacatecanos de un gobernador que privilegia la cercanía con su consorte política, los negocios al amparo del poder por encima de los derechos y garantías constitucionales de una población que sobrevive en pánico ante el terror que producen los delincuentes, los que por cierto, le reclaman públicamente a funcionarios federales y estatales haberlos traicionado con un cártel rival. 

¡Ups!

Zacatecas es la Turquía mexicana, lugar donde todos los días corren ríos de lágrimas, de miles de familias que hoy lloran a sus seres queridos, desaparecidos sin dejar rastro. También como en Turquía, miles de familias buscan debajo de la tierra, de las piedras, de los escombros para tratar de encontrar a su esposo, padre, hijo, hija, nieto, tío, primo, amigo, etc., sólo con la esperanza de saber dónde quedaron para rezarles y llorarles, sólo eso. 

Tiene razón Sir Winston Churchill