Norma Lucía Piña Hernández, ¡No está sola!
En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- La Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN) Norma Piña, ha sido ofendida por el titular del Poder Ejecutivo; los ataques proferidos por el Presidente López Obrador, no tienen precedente.
No hay nada, desde la época de Manuel Ávila Camacho hasta Enrique Peña Nieto, ningún presidente atacó al Poder Judicial, y menos a sus titulares, como hoy lo vivimos.
Según pude saber, por una plática de un izquierdista de toda la vida, lo que hace el señor López, es la técnica del ablandamiento, es aplicar el miedo, no sólo en este caso, a la presidenta Piña, es un mensaje general para todos los magistrados.
Infundir el miedo, con las vociferantes descalificaciones lanzadas con premeditación, alevosía y ventaja, podrían hacer mella en el ánimo y voluntad de los magistrados.
Estos ya no votarían en conciencia, lo harían aterrados en favor de la voluntad del autócrata, cuyas amenazas e insultos, podrían ser trasladados a los fanáticos, que, en el caso del ciudadano del palacio, son muchos y algunos serían capaces de acometer violencia física, o de amenazar con imágenes de balas, tal cual ha sucedido hace unos días a la Ministra Presidenta.
Quienes crean que el Presidente López dice las cosas al alimón, comete un grave error, cada palabra que emite el señor López, conforman un estudiado discurso, con objetivos bien planeados.
No existe en el discurso presidencial equivocación alguna, podrá decir alguna estulticia, sin que provenga del guión, pero, hasta muchas de sus gracejadas son parte de la estructura discursiva, del más perverso político que ha gobernado México.
La inquina de Andrés Manuel a quiénes no piensan como él, no lo obedecen o no siguen sus consignas, caen en el terreno del “sino estás conmigo, estás contra mí” y entonces son enemigos de él, como persona y como presidente.
La “divinidad” del presidente mexicano le da hasta para entrometerse en los asuntos de otros países, tal es el caso con Perú, y en mucho menor medida con Ecuador, pero al señor López sí le enfada que, por ejemplo los EEUU, muestren preocupación por el futuro de nuestra democracia.
La concentración del pasado 26 de Febrero, en defensa del voto libre y secreto, y del Instituto Nacional Electoral (INE), ha sido un duro golpe, contundente por su simbolismo y por la cantidad de personas que hemos decidido rechazar su propuesta de cambios electorales, por lo negativos que son, claro el mensaje: ¡No al plan B!.
Los reiterados insultos a los Magistrados y con más fuerza en contra de su Presidenta, son un insulto a todos los mexicanos, un ejemplo vivo de los odios de López por la democracia, son la muestra más acabada de su talante dictatorial.
Los insultos a Norma Piña, son también a todas las mujeres sin distingo de ideologías, banderías políticas, simplemente por ser mujeres, las mujeres de la progresista 4T, debieran apoyarla, pero callan y esa falta de solidaridad es notoria y pervierte el tejido social, por el mensaje que emite.
El lenguaje presidencial es cada vez más soez, vulgar y agresivo, esa forma de expresión del Jefe del Ejecutivo, provoca la violencia, la división entre mexicanos, denigra a las mujeres, es invasivo de los otros poderes.
El señor López sigue actuando como un contumaz agitador social, es un promotor de la ilegalidad, defiende la corrupción en los suyos. Será fácil saber si alguna tragedia sucediera en nuestro país, en contra de quién ejerce otro poder, las miradas y las acusaciones recaerían en el titular del Poder Ejecutivo, dicho de otra manera, en Andrés Manuel López Obrador.
Señora Presidenta de la SCJN, no, ¡No está sola! México la respalda.
Hasta la próxima
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