Morena la gran tragedia de México

En opinión del Dr. Jesus Corona Osornio.- Con la aparición del movimiento social de López, la forma de hacer política e integrar a la sociedad a los quehaceres políticos, cambió. Pero, los partidos en México no se enteraron, les ha pasado de largo.

Morena no es un partido político, no al menos como los conocemos, para efectos legales, tuvo que obtener el registro como partido. El movimiento del señor que habita el Palacio Nacional, se integra primero con los desechos del Partido Revolucionario Institucional, (PRI) pero fundamentalmente de los miembros del Partido de la Revolución Democrática, (PRD)

López se llevó cuadros de las izquierdas que integraban las tribus del perredismo, se llevó recursos económicos, dejó al partido en banca rota, prácticamente.

El Movimiento de Regeneración Nacional, hoy conocido solamente como Morena, no opera como los partidos tradicionales, sus integrantes conforman un variopinto mapa de intereses, de ideologías y de deudas políticas y hasta económicas, de lo que ha dependido la integración de sus bancadas en el Senado y en la Cámara de Diputados, y de los Congresos Estatales, así como las Presidencias Municipales.

En Morena todo gira en torno a su líder único, al caudillo, al personaje que “lo sabe y lo puede todo”, la voz de López Obrador se obedece y sus instrucciones no se discuten. Integrarse a Morena es relativamente muy fácil, ningún otro partido da tantas facilidades. Morena es un movimiento cuya ideología es la socialista, con tendencias al comunismo.Algo que quiénes se incorporan a ese movimiento, desconocen, por lo menos de entrada.

La integración de comités en cada sección electoral, que son los que difunden por ejemplo las mañaneras, el ataque a ciertos medios y periodistas, la difusión de los contenidos ideológicos del partido y un sin fin de actividades que incluyen campañas de afiliación a los programas sociales, que usan para condicionar el voto, campañas de desprestigio a los opositores sean políticos, o no. 

En Morena no hay cabida para la razón, no hay manera de actuar con capacidad intelectual, se obedece ciegamente y punto. La constancia y la manera tan eficaz de penetrar ideológicamente se debe a que su discurso, se enfoca en lo que la gente quiere oír, luchar contra la corrupción, los ricos son unos malditos, la pobreza se combate con apoyos, quitarle al rico y darle al pobre, todas esas falacias calan hondo.

Quiénes viven en la marginación, quiénes tienen tiempo padeciendo de pobreza se entusiasman al escuchar que sus “líderes” tienen los mismos deseos que ellos, y además son honestos, incapaces de robar, lo que es una treta nada más.

Ningún partido en nuestro país, hace labores de propaganda tal como lo hace el movimiento del ciudadano presidente, cada partido en sus estatutos, tiene establecidas acciones para la educación política de sus integrantes, la preparación de cuadros, la manera en que tendrán contacto con la sociedad y hasta la forma de afiliar. El problema es que no lo aplican.

Las características del partido del señor presidente, son similares a las que tiene el Partido Comunista de Cuba, la similitud con las estructuras de control del gobierno venezolano, así como el culto a la personalidad, la enajenación de sus militantes, convierten a ese partido ya no solo en un peligro, lo convierten en la tragedia de México.

El lamentable espectáculo que dan las bancadas de Morena en el Senado y en la Cámara de Diputados con la obediencia ciega, la corrupción imperante al interior  y al exterior, el aval que le otorgan a las ocurrencias de AMLO, la compra de voluntades, las amenazas, sus nexos con el crimen organizado; por esas causas y por la falta de resultados, por el daño a las instituciones, por el daño a la democracia, por devastar la economía; ¡Ni un voto a Morena! 

Hasta la próxima