El burdel

La política es la segunda profesión más antigua de la historia . A veces creo que se parece mucho a la primera 

Ronald Reagan 

Por instrucciones del presidente López Obrador el pasado viernes 28 de abril del año en curso, la bancada de senadores de Morena y de los partidos políticos Verde Ecologista y Partido del Trabajo encabezados por el titular de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República  Ricardo Monreal, convirtieron la vieja casona de Xicoténcatl en un burdel, literalmente hablando. 

Posterior a la reunión que sostuvieron los morenos senadores y aliados con López Obrado en Palacio Nacional, en la que el presidente en su papel de proxeneta ordenó a sus meretrices aprobar sinecura ni pretexto todas y cada una de las 20 reformas, la mayoría impulsadas por él,  aprobadas en solo 5 horas durante la madrugada del sábado 29 sin la presencia de los opositores.

 “Nos reunimos con senadoras y senadores que representan, con mucha dignidad, a nuestro querido pueblo e impulsan el movimiento de transformación de México”, escribió el presidente en sus redes sociales. Este fue el argumento como el de cualquier padrote que justifica la explotación de sus meretrices para su beneficio. 

La prostitución de políticos no es nuevo ni en México, ni en el resto del mundo. Sin embargo, López Obrador la convirtió en el idioma institucional de la Cuarta Transformación. Así como en el oficio más antiguo de la historia, prostitutas y prostitutos agradecen con fervor, con vehemencia a su explotador permitirles llevar una vida con lujos que nunca soñaron a cambio de su esclavitud. 

La práctica del oficio más antiguo de la historia no daña a la sociedad como lo hacen los que la ejercen en la actividad política, pues a cambio de sus “favores” al explotador, este, destruye los valores sociales,  instituciones, vidas humanas tolerando a las organizaciones delictivas, omiso en el derecho a la salud pública, asalta las arcas de la nación, pero lo más grave, deja sin futuro a las siguientes generaciones. 

Pobre México en manos de un padrote