La carpeta de investigación que tiene Ricardo Monreal es más grande que su ambición 

Leticia Robles 

La soberbia, y arrogancia que durante más de cuatro años mostró Ricardo Monreal seguro que sería tomado en cuenta para contender en la elección del sucesor del presidente López Obrador, el pasado jueves se derrumbó con el reconocimiento explícito del senador zacatecano con este frase: “prefiero no ser nada antes que traicionar al presidente” (¡!) en alusión directa a la negativa del presidente a sucederlo.

Monreal Ávila jura que prefiere aceptar el rechazo del presidente a traicionarlo. El presidente, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, le negaron toda posibilidad para aspirar a convertirse en candidato a la Presidencia y Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, ante la traición que le adjudican de haber operado con la oposición para que su partido Morena y específicamente Claudia Sheinbaum perdieran el 50% de las alcaldías pretendiendo debilitarla con miras al 2024.

Hace años, un acomodaticio periodista zacatecano tuvo la osadía de comparar a Ricardo Monreal con el cardenal Richelieu. Hoy, a varias décadas de esta ocurrencia, el frustrado aspirante a suceder a López Obrador con su declaración de “fidelidad” al presidente, mostró su verdadero rostro, el de un falso pastor que siempre buscaba el bienestar de su rebaño, cuando en realidad ancestralmente ha buscado el suyo. 

Sin embargo, habrá que considerar la hipótesis de la periodista Leticia Robles especialista del Senado de la República, “que la carpeta de investigación que tiene Ricardo Monreal es más grande que su ambición”, no es del todo descabellada. 

Los servicios de Inteligencia de la Sedena hace décadas han venido realizando investigaciones del senador y su familia, en temas tan sensibles como delitos contra la salud y enriquecimiento ilícito, cuyos informes fueron hackeados y filtrados por el colectivo Guacamaya Leaks, de los que tiene conocimiento el presidente, y un número indeterminado de periodistas. 

Esta podría ser la verdadera razón para aceptar el veto presidencial , y el destierro de la Cuarta Transformación con la sumisión de un fraile franciscano.

Las exequias políticas de Ricardo Monreal, seguramente fueron festejadas en su natal Zacatecas por la delegada de Programas del Bienestar y excuñada del senador Verónica Díaz Robles, quien de facto se convierte en la nueva pastora del rebaño de la 4T. 

De pie, frente a la tumba del monrealismo, transitará ya sin obstáculos hacia mejores posiciones políticas con la misma sonrisa característica de la familia del hoy insepulto.

La traición y corrupción siempre tienen consecuencias