Emigramos para cambiar, no de lugar, sino de vida

Sentencia popular 

El gobierno de México en clara sumisión al gobierno de los Estados Unidos, al término del título 42, que tiene que ver con las restricciones al asilo implementadas durante la pandemia de coronavirus-obliga a miles de migrantes a regresar por su propios medios a sus respectivos países en un término de 72 horas posteriores a la firma del compromiso con el Instituto Nacional de Migración. 

El pasado día 9 del mes y año en curso, una horas antes que finalizara el el título 42 el presidente López Obrador sostuvo una larga conversación de más de una hora con su homólogo norteamericano Joe Biden, en la que trataron el tema migratorio acordando una gestión “humana y ordenada” de los flujos de personas, según boletín de la Presidencia de México.

La Administración estadounidense entró en pánico ante el crecimiento exponencial de ingreso de miles de toneladas de fentanilo a su territorio, que hasta ahora han cobrado más de 100 mil muertes y ante la presión del partido Republicano, Biden tomó de bandera la incontrolable migración provocada por el gobierno de López Obrador endurecieron su posición ante la posibilidad de seguir recibiendo ilegales vía México. 

Más de 1.2 millones de migrantes según datos publicados por la ONU permanecen en México sin ninguna certeza de su futuro. En la frontera sur de México miles de migrantes están obligándolos a firmar su salida del territorio de México por la frontera con Guatemala y regresar a sus países por sus propios medios. En cuanto a los varados en la frontera norte, siguen esperanzados en poder ingresar a Estados Unidos, cuando en realidad no tienen la menor posibilidad.

El presidente de México con sus acuerdos de una gestión “humana y ordenada” de los flujos de personas, en realidad es la inmediata expulsión del país, enviando a la muerte a hombres, mujeres y niños, que seguramente en el camino miles morirán de inanición, enfermedades, o caerán en manos de delincuentes para extorsionarlos, incorporarlos a sus filas, prostituirlos y en muchos casos venderán a los niños a bandas de pedófilos, y traficantes de órganos.

Lo miserable le viene de familia