México un país sin esperanza

Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla 

Stanislaw Lec 

“Mientras el Presidente viole la ley electoral de manera reiterada y retadora, impunemente, no hay manera de competir con Morena”. escribió Pablo Hiriart “Así no se puede llegar al 24”.

Agregaría a dirigentes de partidos políticos corruptos, traidores e inútiles, y millones de mexicanos que a pesar de estar en contra de la dictadura obradorista, no protestan, no votan, incrementando el abstencionismo en favor el gobierno y creyendo ingenuamente que nada puede empeorar más la situación del país, como resultado de su supina ignorancia.

Millones de ciudadanos que sí protestan, votan y resisten a este deleznable gobierno, conscientes que mientras más cerca está la posibilidad que la candidata del Presidente gane la elección del 2024, sus familias quedarán indefensas ante la dictadura obradorista. 

Con el “triunfo” de Morena en el estado de México, un Presidente ensoberbecido dará su siguiente golpe a la democracia, a México. Desde el Poder Legislativo reformará la Constitución para desaparecer el Poder Judicial, supliéndolo por un Buró de incondicionales que abran paso al establecimiento total de la dictadura, y con ello la integración a los gobiernos bananeros de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Colombia y Bolivia entre otros. 

No habrá dinero que alcance para salvarse de vendetta obradorista, ni siquiera los funcionarios con cargos gubernamentales desempeñados hasta ahora en gobierno morenistas y los de oposición; tampoco valdrán las relaciones que se tengan con políticos obradoristas, pues en el 2024 “cada quien para su santo”, los desconocerán; dirigentes y partidos políticos “opositores” huirán al extranjero buscando ponerse a salvo.

A inicios del próximo año, seremos testigos del inicio de un gran éxodo al extranjero de empresarios ahora entregados a los brazos del poder obradorista; de cientos de miles con poder adquisitivo buscando poner a salvo a sus familia; también millones de desposeídos que nada tiene que perder, y sólo quedarán aquellos que no tienen los recursos suficientes y también los que seguirán resistiendo entregar a la Patria a manos del tirano. 

Mención aparte merecen los saltimbanquis de la política hoy enquistados en Morena, que también creen que a la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia seguirán en el poder, se equivocan. La nomenclatura obradorista será el tamiz para aceptar o rechazar la permanencia de estos políticos, además de cerrar la puerta a los traidores y enemigos de la Presidenta, que tiene mucha cola que les pisen, disfrutarán persiguiéndolos y ver sus cabezas rodar. 

Cada pueblo tiene el gobierno que merece