En opinión del Dr- Jesús Corona Osornio.- La triste realidad de México, 22 Estados gobernados por miembros del club del fanatismo, del sectarismo, y de la corrupción. La mayoría de los gobernadores morenistas, son ineficaces, vulgares y malos imitadores del Presidente López. 

Los Gobiernos de Morelos, Zacatecas, Veracruz, Guerrero, Colima, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, por citar solo algunos de los que mas sufren por la violencia.

Entidades como Campeche, con un gobierno corrupto, dedicado más a espiar a los adversarios de dentro y fuera de Morena; Baja California, San Luis Potosí, Oaxaca, Tlaxcala, con altos índices de ineficiencia.

El señor del palacio, disfruta festejar, le complace sobremanera que lo alaben, que lo ensalcen y que todo gire en torno a él.

El país es un polvorín, el crimen organizado que cada día está mejor armado y sus tácticas paramilitares, los han vuelto cada vez mas eficaces en sus objetivos.

Campean a sus anchas, mientras la autoridad federal encargada de la seguridad del país, solo tiene el discurso que le gusta al ciudadano presidente, el de los números bonitos.

Una lluvia de balas es la constante, desparecidos, una ola de asesinatos, por toda la inmensidad del territorio nacional. Mientras en Palacio Nacional cada mañana un México fantástico, surrealista, es descrito por quien debiera guiar los destinos de la Nación.

Las personas en su diario devenir sufren, el dinero no les alcanza, los productos de la canasta básica se han encarecido hasta en un 42%, pero el dólar está en su mejor momento, las remesas llegan como nunca, pero la tortilla esta más cara que la moneda americana, la carne sobrepasa con creces la voluntad de consumirla cuando menos una vez a la semana, una vez al mes, si bien les va.

La mayoría de quienes reciben pensiones, ancianos, madres solteras y los jóvenes, no les es suficiente, ayuda sin dudas, pero no resuelve su agobiante situación.

Somos el país del maravilloso mundo del revés, nuestro gobierno festeja el dinero qué con sangre, sudor y lágrimas, envían nuestros paisanos, allende las fronteras.

Terrible el desgobierno, terrible el cinismo y la hipocresía del “NO SOMOS IGUALES” la fantochada esa de “no robar, no mentir y no traicionar”, solo es eso, mero discurso, un gobierno cuyos Gobernadores conforman el sindicato del mal, la encarnación de la corrupción del lopezportillato, del salinato, del peñato.

El fin del sexenio se acerca y es evidente cada día, que las mentiras se agotan, los juegos malabares ya cansan al pueblo bueno y sabio, se hace notorio que el control de daños no ha funcionado.

Ya viene el 2024, las campañas en pleno, las disputas por las senadurías, gubernaturas, las diputaciones locales y federales, presidencias municipales, regidurías, y la presidencia.

No será un año fácil, más allá de lo político, lo social y lo económico nos harán sufrir, serán unas elecciones del todo por el todo, el factor narco estará presente, ¿será inevitable? El factor López Obrador, será sin dudas estorboso.

Las oposiciones, tendrán que dejar el engolosinamiento por la carrera presidencial y habrán de entender que son las cámaras desde donde el gobierno será posible. Quienes vayan a contender tendrán que probar que son confiables y dignos del voto, los ciudadanos, tendremos que demostrar nuestra madurez y nuestro amor por México. Lo demás es politiquería. 

Hasta la próxima