Alarmante el deterioro mental del presidente

Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso 

Edmund Burke

¡Lo perdimos! Fue la expresión colectiva de millones de mexicanos que escucharon o leyeron la noticia anunciada por el presidente López Obrador en la conferencia mañanera, cuyo tema fue el desabasto de medicamentos en el país

“Vamos a proponer, les voy a proponer al sector salud, que se tenga una especie de farmacia, aquí en la Ciudad de México, un almacén, con todas, las medicinas del mundo, en cantidades razonables”, señaló el mandatario”.  

El presidente recordó que había asegurado que en México ya no hay desabasto de medicamentos y rectificó: 

“El abastecimiento de medicamentos, en los que opera el programa IMSS Bienestar, ya ha alcanzado un 90% de surtimiento, lo que ha permitido atender mejor las necesidades de los y las pacientes”.

El mandatario en su afán de mantener a flote el navío que amenaza con hundirse ante los misiles disparados con certeza por la senadora Xóchitl Gálvez, sacó de la chistera construir la farmacia más grande del mundo en la que se tenga una cantidad aunque sea “mínima” de cada uno de los medicamentos existentes.

López Obrador ignora que las farmacéuticas y laboratorios biológicos en el mundo además de generar utilidades anuales superiores a los 1.60 billones de dólares estadounidenses, produce una cantidad similar de medicamentos para el tratamiento o cura del sinnúmero de males que padece la raza humana.

Atrás quedó el sistema de salud como Dinamarca, ahora, es la creación de la farmacia más grande del mundo, con cantidades de medicamentos suficientes para atender la salud de casi 130 millones de mexicanos, lo que equivaldría a tener un stock de billones de medicamentos cuyo costo y conservación sería una cosa de locos. 

Presidente las drogas destruyen