A los padres de los jóvenes, a sus familias, a sus amigos  

El secuestro de cinco jóvenes a manos de un grupo armado de la delincuencia en el municipio de Lagos de Moreno, Jal., y la posterior difusión de un material videograbado por los sicarios en el que se observa cómo los obligaron matarse en entre sí, da cuenta de un Estado no solo fallido, sino omiso y cómplice de los delincuentes como parte de sus políticas públicas y evidente de negocio del grupo en el poder.

Los sicarios de la secta de enfermos mentales que obligaron a los jóvenes a matarse entre sí, confirman dos hechos irrefutables: Primero.- El gobierno de López Obrador otorga impunidad a los delincuentes para que le permitan seguir con su proyecto personal, así como, el enriquecimiento de su familia y cómplices en el gobierno.

Segundo.- El humanismo que demagogamente predica el presidente un día sí y otro también, es sólo un parapeto para defenderse de las exaltadas críticas de opositores y ciudadanos conscientes a su desgobierno. El sacrificio de más de 160 mil ciudadanos, 100 mil desparecidos habla de un mandatario indolente, inmune al dolor, pero sobre todo, con elevada tendencia hacia la psicopatía y terrorismo a través de la violencia. 

Desde mi personal punto de vista, ningún padre de familia afín al gobierno obradorista o detractor sería capaz de justificar estos deleznables eventos, y mucho menos cuando se tratara de sus hijos. El país ha llegado a esta descomposición social gracias a la directa participación del Estado en la violencia y terrorismo practicado por los cárteles, y por supuesto con el respaldo incondicional de más de 15 millones de ciudadanos que brindan al presidente López Obrador a cambio de dádivas, limosnas.

Los defensores a ultranza de López Obrador, son corresponsables de asesinatos de jóvenes como los de Lagos de Moreno, quienes seguramente endosarán la responsabilidad al expresidente Felipe Calderón y Genaro García Luna, pero nunca a Enrique Peña Nieto, antecesor de Obrador, olvidando lo más importante: que sus hijos, nietos, yernos, etc., pueden ser los próximos en la mira de los delincuentes protegidos por el Presidente de México.

Finalmente, parte de las investigaciones realizadas por un grupo de especialistas del gobierno de los Estados Unidos (DEA), los resultados de sus investigaciones apuntan a la intencional omisión del gobierno federal para garantizar las vidas de los ciudadanos de Lagos de Moreno y dos, que los jóvenes se mataron entre sí, ante la amenaza del grupo delincuencial que de no hacerlo asesinarían a sus familias. 

A los salgan a defender a Obrador, les pregunto: Si estuvieran viendo el video en las redes sociales en el que sus hijos o nietos después de secuestrados los obligarán a matarse entre s, ¿Culparían a Felipe Calderón? Seguramente NO. Pues tengo una muy malas noticias para todos : Nuestros hijos, nietos o sobrinos no están a salvo de ser los próximos…

Votaron por un demócrata, terminó en vulgar delincuente