La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad 

Nicolás Maquiavelo

“Los estamos encontrando” afirmó López Obrador en la mañanera del jueves 24 de agosto, sin prueba alguna de su afirmación, en el marco de la renuncia de Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda. Aún millones de fanáticos obradoristas creen a pie juntillas todo lo que salga de la boca del mandatario, todos menos las familias de los “desaparecidos”.

Sin embargo, de acuerdo con las fuentes consultadas por el semanario Proceso, el subsecretario Alejandro Encinas fue quien se encargó de exigirle a Quintana que buscara “la manera” de reducir el número de reportes de desaparición, porque el presidente sostiene que están “inflados” los números del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

El origen del problema de las desapariciones forzadas, es la impunidad otorgada desde Palacio Nacional, y la política del Presidente “abrazos y no balazos”. Posterior al secuestro y asesinato de los jóvenes de Lagos de Moreno, Jal., la población en general está consciente que nadie, ninguno está a salvo de ser la próxima víctima.

En México, han sido reportadas como desaparecidas 290,824 personas entre 1962 y este 2 de agosto de 2023. De esas casi 300,000 personas, 110,106 han sido reportadas como desaparecidas durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

“La desaparición es una de las violaciones de derechos humanos más terribles, por el impacto que tiene en las personas desaparecidas y en sus familias y como tal requiere de una respuesta comprometida y coordinada de las instituciones" , señaló Jesús Peña Palacios, representante adjunto en México de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Nadie, absolutamente nadie debe sentirse seguro y exento de ser la próxima víctima de la delincuencia protegida por el Estado; no importa si  sus familiares trabajan para el gobierno, o forma parte de alguno de los tres Poderes del Estado mexicano; la delincuencia no distingue, excepto aquellos con los que tengan relación, negocios o les otorguen impunidad, como fue el caso del primo de David Monreal gobernador de Zacatecas, al que los secuestradores regresaron sano y salvo. 

Nada más doloroso que el no saber dónde estás