¿Jueves de rolitas?

Los oprobiosos contrastes de los gobernantes

Agosto del 2023

Lic. Saúl Monreal Ávila 

No hay felicidad que nos pertenezca solo a nosotros, así como no hay padecimientos que afecten solo al resto de la gente.

Una de las principales labores de un gobernante es proveer entornos de seguridad, crear oportunidades, así como fuentes de empleo seguras y adecuadamente remuneradas para la población, el pueblo fresnillense creyó en usted, cuando decidió emitir el voto a sus favor, confiando en capacidad positivo para ellos para ser un agente de cambio.

Hoy la realidad del pueblo es otra, el asedio del crimen organizado, la inseguridad, desapariciones y muerte son son el alimento diario de la sociedad, una sociedad, sabemos que no solo el gobierno debe actuar, sin embargo el pueblo hoy se encuentra paralizado pro el miedo, miedo a perder la vida en el intento, esto aunado a la falta de confianza en sus dirigentes genera entornos en los que la sociedad queda desarmada ante la muerte, ante secuestros y extorsiones, una sociedad sin rumbo en este momento, pero con ganas de transformar esta aquejante situación, con hambre profunda de justicia y seguridad para su gente, esto me tiene hoy humildemente escribiéndole estas palabras.

¿Cómo puede alguien experimentar el significado y júbilo de la vida humana, como alguien puede experimentar una existencia digna, cuando su supervivencia de hoy y mañana de esta hora a la siguiente no está garantizada? ¿Cómo puede una persona proyectarse al futuro y crear lazos como sus semejantes si su mayor reto es llegar viva al próximo día?

El pueblo fresnillense exige una inmediata reorganización, un cambio centrado en construir un mundo centrado donde todos puedan gozar de una seguridad significativa y cultivar juntos una visión una visión de esperanza para el futuro.

Aún hay esperanza, aún puede generar esa transformación con la que imagino inició su mandato. 

Agradezco enormemente su atención. 

Atte.

Gabriela Adriana Narváez Rangel 

Fresnillense que aún cree que la paz es posible