Carta al Presidente López

En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- Señor Licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, permítame dirigirme a usted con el respeto que su alta investidura merece.

Que usted no respete su presidencia, no significa que el suscrito tenga que seguir una tónica irresponsable carente de respeto. 

Desde que usted llegó a Palacio Nacional, se convirtió en el amo y señor de un gobierno derivado de la joven democracia de nuestro país. No ha actuado conforme a derecho, se comporta como el jefe de una pandilla, le ruego me perdone el término, no hay otra forma de definirlo.

Perdona u ofende según de quién se tratare, utiliza su tribuna, coloquialmente conocida como “la mañanera” para describir un México inexistente.

A su antojo mejora las cifras que le confrontan con la terca realidad, que día a día destroza sus mentiras, usted miente tanto como respira. Las “mañaneras” las describe usted, como: “un ejercicio circular de comunicación,” pero… resultan ser un monólogo atiborrado de ofensas, ataques, descalificaciones y arteros adjetivos calificativos, dos o tres horas plagadas de falsedades y autoalabanzas.

Don Andrés Manuel, es cierto que los gobiernos anteriores no fueron perfectos, hubo corrupción, errores, dislates y propaganda, nada comparado con su gobierno.

Lo que hoy vivimos los mexicanos, es de terror, usted no es un demócrata, no es un luchador social, no es un ciudadano respetuoso de las leyes.

Señor López Obrador, usted promueve el irrespeto a las leyes, promueve la violencia y la división entre mexicanos, su gobierno abusa del cinismo, no del civismo. En su administración el gobernar se ha tornado en la imposición de sus ideas, aunque estas no sean operativas ni vayan a beneficiar a la población.

Su visión, ideológica, social y de interpretación de las leyes, no la comparte, la impone por la buena o por la mala. Usted cogobierna con las fuerzas militares, a esas fuerzas les ha otorgado puertos, aeropuertos, aduanas, y tareas de seguridad. Ha tornado su idea de combatir al crimen organizado en protección, no importa que ya rondemos los 200 mil crímenes producto del crimen organizado y el narco.

A su gobierno-de alguna manera tenemos que llamarlo-hoy por hoy, solo le importa impulsar a su elegida para que llegue al lugar que usted ostenta.

Usted será el jefe de campaña de su entenada política, no se detendrá en recursos económicos, programas sociales, trampas jurídicas a las oposiciones. La compra del voto se hará de muchas formas, de todas las formas posibles, habrá sin dudas soldados en las calles para amedrentar y toletear sin piedad.

Se adueñó del Palacio Nacional, y lo usa a su gusto, sin importar que viole protocolos de protección a los tesoros y antigüedades que ahí se conservan. Usted también pretende adueñarse de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Don Andrés Manuel, no quiere separación de poderes, de eso nada.

Autócrata, pendenciero, un hombre que no es de leyes, a usted le gusta el asambleísmo populachero de mano alzada, asambleas callejeras.

Señor Presidente de la República, usted no leerá esta misiva, ni alguno de sus fieles lacayos, me faltó espacio, faltaron las criticas a sus políticas sociales, que sólo se basan en el reparto de dinero, del feroz endeudamiento, de la terrible inseguridad, de la pobreza, de la corrupción extrema de sus lacayos. 

Don Andrés Manuel, cancele sus “mañaneras,” y retírese con dignidad. 

Hasta la próxima