Violencia pan nuestro de cada día

En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- En un ambiente de violencia, imposible que los niños y los jóvenes se substraigan de esa violencia, al contrario, la aprenden y aplican. Como no lo habíamos visto en el país, hoy los jóvenes de entre quince y veinte años en términos generales recurren a la violencia con mayor frecuencia.

El fenómeno de las violencias infantiles y juveniles tienen que ver con el contexto familiar y social. Las zonas más empobrecidas son las más afectadas.La mayoría de los niños y jóvenes violentadores, provienen de hogares en los que el maltrato es la norma, y puede ser realizada por los padres, cuidadores o extraños.

Según la Organización Mundial de la Salud, (OMS), la violencia en los adolescentes se da al través de la intimidación, las peleas que pueden incluir puñetazos, patadas, o golpes con objetos. También llegan a usar armas, cuchillos, navajas y en los casos más graves el uso de pistolas, lo mismo en niños menores de quince años o mayores de entre dieciséis o diecinueve.

Siguiendo con los datos de la OMS, son los varones quienes más agreden, seguidos de las mujeres y en menos escalas, miembros de la comunidad LGBTT. En nuestro país hemos visto como cada día, es más frecuente en los noticiarios, información de notas relacionadas con las violencias adolescentes y juveniles.

La ausencia de políticas publicas en México en relación a la salud mental y la prevención de la violencia, son ausencias que poco a poco han afectado el tejido social. Al actual gobierno, como los anteriores, fueren del partido que fueren, no les importó la salud mental, la actual administración cree que la entrega de dinero por si misma resuelve el problema o los problemas de ese sector de la población.

Las becas ayudan, pero no resuelven, esas ayudas palian ciertamente, elevan algún indicador de medición de la pobreza, pero no los eleva de posición social. Como nunca los niños y los jóvenes están expuestos a violencias antes no vistas en la historia de nuestra nación.

Un adolescente apuñala a su maestra, supuestamente porque ésta se burlaba de él, y la pregunta sería; ¿es razón suficiente para acometer esa violencia de parte del adolescente? Otro muchacho en un salón de clases le aplica una “llave china” a su compañera de aula, ¿por qué? Sólo porque sí, nada más por hacerlo.

Cada vez que capturan a alguna banda de criminales, aparecen inmiscuidos menores de edad, unos se integraron otros fueron obligados a delinquir. El crimen organizado es cada vez más violento, las notas que vemos son un compendio de atrocidades acometidas por seres humanos en contra de seres humanos. 

La terrible violencia que vivimos cada día, sirve de ejemplo para los adolescentes y jóvenes, en las comunidades, pueblos o ciudades, lo que ven es lo que aprenden. Lo que padecen es lo que aplican, si un niño es violentado en casa, es muy probable que en la escuela se torne en un buleador, lo mismo un adolescente que un joven.

La salud mental comienza en el hogar, luego en la escuela, en el municipio, en el estado, sin embargo, en nuestro país la salud mental no es un tema de interés. Seguiremos viendo y padeciendo la violencia que cada vez será más intensa, más frecuente, más horrible, más impactante.

Una sociedad, un país que vive bajo el miedo, es más fácil de manipular, el silencio se vuelve un factor para los gobiernos totalitarios. Antes de votar pensemos, más de “abrazos, no balazos” o una nueva opción plagada de ideas y políticas publicas. 

Hasta la próxima