La pasión por el erario síntoma inequívoco de mediocridad 

Anónimo

La intensa lucha al interior de Morena, el partido del Presidente, obedece a que los aspirantes en su mayoría colocados en puestos claves de la administración federal, en los Poderes Ejecutivo y Legislativo ya probaron las mieles del impune saqueo, cuando en su vida jamás imaginaron siquiera tener un millón de pesos, mucho menos millones y millones de que les ha permitido vivir como magnates, pero también hacer el ridículo ante su supina ignorancia.

En México no se recuerda un gobierno tan rapaz con el del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Los saqueos de los gobiernos priístas y en menor cantidad por el tiempo de gobernar de Acción Nacional, parecieran juego de niños en comparación con el atraco que han y siguen cometiendo secretarios de Estado, gobernadores, alcaldes y legisladores de Morena.

El gobierno de López Obrador no tiene comparación. La “estafa maestra”  que envió a la cárcel a Rosario Robles que alcanzó los 400 millones de pesos, no se compara con la “estafa Segalmex” que desvió 15 mil millones de pesos; Diconsa realizó un contrato de 19 mil millones de pesos para comprar gelatinas, además de la “desaparición” de 114 mil mil millones de pesos del INSABI.

Morena, PT y PVEM convirtieron el erario en moneda de cambio para enriquecerse y pagar favores y servicios personales. Negocian al mejor postor contratos de obra pública, de servicios y todo lo negociable, trafican influencias para para otorgar impunidad a familiares y delincuentes, convierten a jovencitos en su harem personal, también con cargo al erario, defraudan a arrendatarios de inmuebles negándose a pagar la renta porque militan en Morena, y así sucesivamente.

El 99.9% de los políticos que hoy viven a costa de nuestros impuestos, del erario, si no lo hicieran, los veríamos habitando viviendas convencionales, sin concubinos ni concubinas, ni pago a sexoservidores, tampoco reclutando jovencitos, a los que por cierto, pagan sus servicios con cargos públicos, ni fastuosos ranchos, ni constructoras, ni concesiones de combustibles, ni sus hijos convertidos en inútiles y prepotentes juniors.

Cruel, deleznable, injusta la forma como la fauna política de Morena , PT y PVEM dilapidan nuestros impuestos, mientras este gran país agoniza ante la extrema pobreza, el desempleo, el terror de los cárteles, y su brutal violencia que nos mantiene en duelo y luto permanente, y sin embargo, estos grotescos personajes disfrutan restregándonos en el rostro una riqueza obtenida a costa del saqueo de las arcas de la nación.

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