Claudia ¿podrá claudicar?

En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- Al interior de Morena no acaban de digerir que una mujer sea por ahora la flamante coordinadora de los Comités en defensa de la 4T. En algunos sectores del Movimiento hoy convertido en partido, tampoco están contentos con la forma en que fue elegida.

Y es que no es un secreto que las encuestas fueron una vacilada, y que solo sirvieron para tapar el dedo que decidió desde Palacio Nacional, (PN) esa postulación. Descontentos las corcholatas, Ebrard es el más abierto en su pregón en contra del fraude interno, pero, también los otros.

Ricardo Monreal descontento con el resultado y con el hecho de ser un florero en una escenografía que encubre una campaña que anhelaba para sí. Adán Augusto desapareció por varios días, luego se presentó en PN y reapareció en los actos de la señora Claudia, enfadado con su papel de florero.

A pesar de toda la parafernalia con que los gobernadores de Morena, han recibido a su Coordinadora, y a pesar de la sonrisa de ella, hay un aire de nerviosismo. Claudia sabe que López Obrador es un hombre cuya proclividad a cambiar de opinión es  un punto para tenerla preocupada.

Conoce bien el terreno minado que es su jefe, su líder y guía, ella reconoce que su campaña no prende, que los acarreos generan en ciertos sectores la percepción de fortaleza, pero nada más. La señora Sheinbaum, trata de vender imagen y posicionarse como quien va muy arriba en las encuestas, lo que ha hecho es que se note que son encuestas pagadas.

Sin el apoyo y el acarreo la doctora sería nada, Andrés Manuel lo sabe, el presidente López Obrador lo sabe, los gobernadores lacayos del dueño del Palacio Nacional lo saben, lo sabemos todos.

Rodeada de traidores y de personajes impresentables, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene que cuidarse de su propia sombra, cuidarse de lo que dice. La virtual futura candidata (hasta ahora) a la presidencia, conoce de lo que son capaces sus compañeros de partido, de manera natural ella es desconfiada.

Mientras que Marcelo sigue siendo el principal distractor en Morena para mantener entretenida a la prensa, al interior la preocupación es otra.  No pocos, de entre los destacados o así considerados miembros del partido del presidente, temen que el López Obrador en cualquier momento decida que Claudia siempre no.

Para nadie sería sorpresivo que el ganador de las elecciones del 2018, tomará el camino de la prolongación de su mandato, total al señor presidente las leyes, no le importan.

Quienes con agudeza observan a AMLO, han publicado, han comentado que se ha tornado más agresivo, con ánimo de confrontación, irritable, con una risa falsa y exagerada, lo que los lleva a pensar y hasta sospechar que el ciudadano presidente no anda bien de su psique, obvio lo dicen por lo bajo.

Lo que es un hecho incontrovertible, es que la candidatura de la señora Sheinbaum aún no es sólida, por más que quieran aparentarlo. Claudia, la mujer fría, inexpresiva y déspota, ha tenido que aprender a fingir sonrisas, ha modificado un poco su tono discursivo, parece hablar a tontos no a sus militantes.

Se acerca a la gente, claro escogen a las personas, todo está muy controlado, las vallas las colocan de tal manera que pareciera cercana al pueblo bueno, pero es solo una ilusión óptica. Por cierto, han notado que en doña Claudia todo es falso, fingido, nada natural, y que no se lo nota nada de seguridad en sí misma.

Claudia no parece tener criterio propio, todo en sus actos es decisión en la que ella participa poco, sabe que tendrá que marcar distancia de su creador, pero… ese es el meollo del asunto. 

Hasta la próxima