PRI eterno traidor a México

“Confiar en el PRI es como entregar una hija al dueño de un burdel creyendo que la cuidará ”

Anónimo

El pasado martes 24 el priista Manuel Añorve coordinador de los senadores del PRI dio quórum a Morena en comisiones del Senado para aprobar desaparición de fideicomisos del Poder Judicial de la Federación (PJF). Esta sólo es una muestra de la ancestral traición del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a México, a su gente.

Desde 1952 durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés (PRI), se pusieron en marcha las políticas públicas de las dádivas, de los subsidios y toda aquella acción que condujera a mantener en pobreza a millones de mexicanos, que les garantizara el “control” y gobernabilidad del país, pero sobre todo, la continuidad de la casta priísta a través del voto cautivo de millones de pobres agradecidos por la “generosidad” del gobierno. 

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el precursor de la gestación de las castas doradas, empoderadas, en su mayoría gracias al abuso del erario, y los grandes negocios al amparo del poder. Desde entonces la oprobiosa costumbre del abuso del poder, se convirtió en cultura, generación, tras generación, que hoy tiene a México postrado y literalmente hablando saqueado, en quiebra. 

Los priístas crearon el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (ICADEP), escuela para asegurar la profesionalización en la administración pública, siempre bajo la misma visión: asegurar la gobernabilidad del país, bajo la premisa de mantener el control de millones de mexicanos, los pobres, los que votan, para seguir recibiendo las mismas dádivas que les permiten subsistir, pero nunca mejorar sus condiciones de vida.

Una prueba irrefutable de la traición a México de los priístas, es la voracidad del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, integrado en un 90% de priístas comenzando por el presidente ahora con piel Morena. Este gobierno reeditado con la añeja cultura priísta de la traición a México, ha llevado a la peor crisis al país, que hoy navega entre  violencia, dolor y duelo 

Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de Alito Moreno