López Obrador la otra tragedia de los mexicanos

En opinión del Dr. Jesús Corona Osornio.- Otis un fenómeno de la naturaleza, un huracán categoría 5 agarró distraído al gobierno federal en la precampaña y cuyas acciones de prevención brillaron por su ausencia.

La narrativa del ciudadano de Palacio Nacional, fue presentar sus números en preferencia y decir que está muy alto el porcentaje de aceptación, de su persona. Se refirió a la tragedia de los guerrerenses asentados en el puerto de Acapulco, en medio de la desinformación, la politiquería que le encanta promover.

Definitivamente, el Gobierno Federal fue rebasado por la tragedia, los funcionarios paralizados a la espera de las instrucciones. Andrés Manuel López Obrador, tardó en reaccionar, y cuando lo hizo, lo ha hecho tan mal, que el control de daños, ha sido insuficiente.

Proyecta un video en su red social de X, en el que se queja amargamente porque según él lo atacan despiadadamente, porque la derecha quiere regresar al poder. Eso es falso.

El discurso de AMLO esta muy lejos de la tragedia, es campaña, eso que tanto le gusta, poco le importa lo que suceda con los damnificados, su ego va primero. Afectado por un narcisismo patológico, y enajenado con las ideas del Foro de Sao Paulo, hoy conocido como Foro Puebla, lo único en lo que piensa es en el 2024.

Habla mucho de los politiqueros, de la politiquería y es el propio presidente López Obrador quien promueve la grilla y el insulto. La imagen desoladora, un poco cómica montado en un todo terreno del Ejercito mexicano, es una involuntaria  analogía de su administración.

Caminó cuatro kilómetros para llegar a su destino acompañado del General Sandoval, Secretario de la Defensa y del Almirante Ortega, Secretario de la Marina Armada.Escenas patéticas del presidente de México, ¿Porqué no utilizó algún helicóptero de la Marina o del Ejercito? Por qué, o seguramente todo fue planeado?

Las personas que habitan Acapulco y su periferia que fueron severamente dañadas, a estas alturas les importa un carajo la campaña del presidente. No les importa tampoco quién les dé la ayuda, lo que quieren es saber quién les dará la comida que urge, el agua potable que urge. Necesitan saber quién les repondrá sus viviendas, sus muebles y enseres, el trabajo, eso es lo que les importa.

Es tan grave la situación y el presidente manda un audio para perifonear en las zonas devastadas. El problema del presidente, es él mismo, se hunde en sus palabras, como el pez que por la boca muere, López Obrador cada vez que habla se pega un tiro en el pie. Mil inútiles llamados Siervos de la Nación, que no es otra cosa que el ejército de propagandistas al servicio del amo.

La Secretaría de la Defensa Nacional, (SEDENA), y la Marina Armada, (SEMAR), tardaron 48 horas en llegar al lugar de la tragedia, la Guardia Nacional, (GN), no ha servido para contener a quienes han saqueado tiendas departamentales y se han robado aparatos electrónicos y no víveres para sobrevivir.

Mientras el presidente se regodea en su propia imagen, paseando por el Estado de México, y lloriqueando en Palacio Nacional al través de sus videítos, la catástrofe crece, no son los 27 muertos que según el presidente por efectos de la suerte o del “Creador” no fue un número mayor. 

Lamento decirle señor Presidente, que el número es mucho muy superior, pero en su gobierno, ni los daños materiales, ni cuánto en pesos y centavos costará recuperar Acapulco. No presidente López, no todo se trata de usted o de la politiquería, las tragedias devastan, también su Presidencia. 

Hasta la próxima