Alessandra una luz al final del túnel

“Quien nos roba los sueños nos roba la vida ”

Virginia Woolf

Cuando México atraviesa la mayor crisis de su historia, cuando millones de mexicanos normalizaron el vivir entre la balas, secuestros, feminicidios, y la destrucción del país, de las instituciones a manos del presidente López Obrador, cuando la esperanza se diluía como agua entre los dedos de las manos, una joven mujer se convirtió en la luz a final del túnel. 

Con los antecedentes de corrupción y sus públicos nexos del senador zacatecano con los más oscuros personajes de la política y del bajo mundo por decir lo menos, se antojaba misión imposible el triunfó de Rojo de la Vega sen las urnas sobre la empresaria gasolinera y heredera del imperio construido por Ricardo Monreal, siempre con cargo al erario y tráfico de influencias, sin embargo, Rojo de la Vega ganó la elección por más de 11 mil sufragios. 

La Sala Regional de la Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó la victoria de Alessandra Rojo de la Vega en la alcaldía Cuauhtémoc.La resolución fue tomada de manera unánime por los tres magistrados del TEPJF, al no acreditarse la violencia de género en las publicaciones presentadas por Caty Monreal como pruebas. 

Sería estéril, ocioso repetir la serie de marrullerías que Ricardo Monreal utilizó para intentar arrebatar el triunfo a Alessandra Rojo de la Vega sin conseguirlo. ¿Motivos? sobran: la alcaldía más importante del país; 23 mil ambulantes, así como las organizaciones delincuenciales, y prostitución que pagan derecho de piso a la administración en turno, incluyendo la que encabezó, extorsiones que han venido denunciado las víctimas; estas son algunos de los motivos para aferrarse a la Cuauhtémoc.

Si Ricardo Monreal se aferra a disputarle el triunfo a Alessandra Rojo de la Vega, Claudia Sheinbaum no le perdonará que contamine su unción como Presidenta de la República; el senador zacatecano no debe olvidar que la JUCOPO de la Cámara de Diputados es coyuntural, que con la súper mayoría de Morena en la cámara de diputados ya no lo necesitan, pueden poner al más chairo, al más pendejo y todos los diputados votarán lo que la presidente les ordene.

El triunfo de Alessandra Rojo de la Vega llega como oxígeno puro a una sociedad asfixiada por un fanático populismo, arrodillada ante un resentido social que compartirá Palacio Nacional con la presidenta electa, pero lo más importante, con su triunfo demostró que sí se puede vencer a un Goliat inflado, sobrado, que pretende terminar con este gran país.