Alessandra Rojo de la Vega por su entereza

A partir del hallazgo de 15 toneladas de mariguana en la secadora de chiles “San Felipe” en el municipio de Fresnillo, propiedad de David y Cándido Monreal Ávila, por elementos del ejercito mexicano y agentes de la entonces PGR, se ha venido hablando de su relación con el narco; hoy como en el año 2022, las acusaciones son directas a David Monreal de parte del grupo delincuencial CJNG, de haber entregado Zacatecas al Cártel del Mayo Zambada (CMZ). 

Lo anterior viene a colación ante el atentado contra de la población por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras disfrutaban de las atracciones de la Feria Nacional de Zacatecas, que arrojó 19 lesionados y que el secretario general de gobierno Rodrigo Reyes Mugüerza, trató de ocultar afirmando que el estallido se debió al “acumulamiento de gas en uno de los tanques de uno de los puestos de comida”, cuando el propio cártel se adjudicó el atentado subiendo un video a las redes sociales.

“En redes sociales comenzó a circular una mensaje, firmado presuntamente por líder del mismo grupo delictivo, en el cual advierte: "Lo de hoy no fue un tanque de gas sino una llamada de atención al gobernador David Monreal que vendió el estado a los jotos de Los Mayos. No se metan autoridades a una guerra que no es suya.  Zacatecas es de las cuatro letras. El Señor de Los Gallos”.

En agosto del 2022, el mismo cártel había denunciado la “venta” de la plaza a los Mayos (Mayo Zambada). En videos, lideres del CJNG acusan a autoridades de Zacatecas de dar protección al Cártel de Sinaloa.

A través de dos videos que circulan en redes sociales, presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) acusan a la delegada del gobierno federal en Zacatecas, Verónica Díaz; al secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín, y a la alcaldesa de Apulco, Yaneth Morales Huizar, de “apoyar” a miembros del Cártel de Sinaloa en la entidad.

Ruines, miserables aquellos gobernantes que entregan a la delincuencia organizada  a miles de familias, de las que alguno o varios de sus miembros son secuestrados, calcinados, ultrajados, torturados o asesinados e inhumados clandestinamente, mientras esto sucede sonríen ante las cámaras como si en su entidad no pasara nada.

Sin justicia, qué otra cosa es el Estado sino una gran banda de ladrones…

* Fuente: Proceso