Tiempo de mujeres

“En un beso, sabrás todo lo que he callado ”

Pablo Neruda

A la mujer la obra perfecta de Dios

Desde tiempos inmemorables, la mujer ha sido relegada, menospreciada y tratada como simple objeto. “Culturas” retrógradas como la árabe, asiática y no digamos la mexicana, conservan el desprecio a la mujer, su aporte a la sociedad, su papale como madres, y sostén de millones de familias que a no ser por ellas habrían naufragado en la mar de la vida. 

En México un ejemplo del desprecio a la mujer, es sin duda la Epístola de Melchor Ocampo, que magnifica al hombre por sus “dotes” sexuales y somete a la mujer. 

“La mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo propia de su carácter”.

En el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, destacó, aseguró y casi jura por todas las deidades del judaísmo que será tiempo de mujeres. 

“Dije que el pueblo fue muy claro al decir este 2 de junio, es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres. Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia, que no nos quería hacer creer, que nos quería hacer creer, perdón, que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombre, poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo.”

Coincido con la presienta Claudia Sheinbaum Pardo, es tiempo de mujeres, sí, pero en los hechos, y no otra retórica más que ha venido acompañando a la clase-fauna diría-política durante su participación en la vida de Mexico. Su entusiasmo por hacer de su sexenio el tiempo de mujeres, se derrumbó cuando rindió pleitesía a Manuel Velasco besando su diestra.

Presidenta ¿Es tiempo de mujeres?