Después del primer sexenio de López Obrador nada debe sorprendernos. Miembros de las Fuerzas Armadas convertidos en vulgares delincuentes, secuestrando, extorsionando y asesinando, aprovechando la pública impunidad que sigue otorgando el gobierno de la vicepresidenta Claudia Sheinbaum Pardo. 

La mayor deshonra para el Ejército Mexicano y para el país ha sido la aprehensión del general Salvador Cienfuegos Zepeda a manos de la Agencia Antidrogas (DEA) en territorio de los Estados Unidos, acusado de nexos y participación con bandas del narcotráfico, quien tuvo que ser rescatado vía diplomática por instrucciones del expresidente López Obrador.

Ahora, con la extensión transexenal de abrazos y no balazos, soldados y marinos optaron por participar en el bando contrario.  

El pasado 1 de octubre, personal de la Policía Estatal Preventiva (PEP) del Estado de Colima, SEDENA y Marina a cargo del Coordinador del Mando Mixto de la PEP, Esteban de Jesús Macías Martínez, irrumpieron en dos domicilios en la ciudad de Villa de Álvarez, Colima, donde privaron de su libertad de manera arbitraria a por lo menos 6 personas, que asesinaron en falso enfrentamiento. 

Confirman que militares participaron en robo millonario en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Luis Joaquín Méndez Ruiz, titular de la dependencia estatal, detalló que hay una carpeta de investigación abierta en torno al hecho. La Fiscalía del Estado confirmó la participación de elementos del Ejército en el robo millonario del pasado 4 de septiembre en una casa del fraccionamiento Altus Bosques, en Tlajomulco de Zúñiga.

Solados y marinos por la libre, sus mandos atareados en acordar con los cárteles la reducción de la violencia que demerita la imagen del Estado y merma las millonarias ganancias del negocio. Mientras tanto, millones de mexicanos se aprestan a enfrentar no solo a la delincuencia organizada y militar, sino también la crisis constitucional que se avecina con la imposición de la reforma al Poder Judicial.

Radio pasillo 

• La obsesión del diputado Ricardo Monreal de controlar todo, y someter a quienes osan contradecirlo, lo ha llevado a convertirse en una remedo de Dios, que pretende ser dueño de los destinos y suerte de aquellos que por desgracia están al alcance su mano. 

• Hoy dueño y señor de los dineros del erario vía Cámara de Diputados, aprovechando que la vicepresidenta con “A” Claudia Sheinbaum, se encuentra perdida en el laberinto sin salida que le heredó López Obrador, se despacha con la “cuchara grande” nombrando coordinador de Operación Política a su compadre Pedro Haces Barba, además de una amplia nómina de incondicionales, todo con cargo al erario.

• Ricardo Monreal, sigue creyéndose el “duque de Richelieu”, mote que un ocurrente periodista le adjudicó en aras de quedar bien con su majestad, comparándolo en forma grotesca con el estadista y obispo de Francia; su majestad continúa en Zacateca apedreando y escondiendo la mano a todo aquél, aquella que se resisten a someterse a su caprichos.